Créditos de Libranza en Colombia 2025: Navegando el Cambio Regulatorio
CONTENIDO:
- La Libranza: Mecanismo de Recaudo con Respaldo Legal Robusto
- Prestayá del Banco Popular: Una Solución con Alcance Masivo
- Análisis Profundo de los Beneficios de Prestayá: Más Allá del Marketing
- Impacto en la Inclusión Financiera y el Endeudamiento de los Hogares Colombianos
- Más Allá del Crédito: Consejos para una Libranza Responsable
- Reflexiones Finales: Un Mercado en Búsqueda de Equilibrio
- Todo lo que necesitas saber sobre el Crédito de Libranza Prestayá en Colombia
La cartera de libranza en Colombia alcanzó la significativa cifra de 75,8 billones de pesos a septiembre de 2024, representando el 10,90% del total de la cartera de los establecimientos de crédito. Este dato, divulgado por la Superintendencia Financiera de Colombia, subraya la relevancia de un producto que se ha convertido en una pieza angular del sistema financiero, especialmente para empleados formales y pensionados.
La relevancia de este mecanismo se ha reforzado con el reciente Decreto 573 del 28 de mayo de 2025 del Ministerio de Hacienda. Esta normativa establece una reducción gradual en la ponderación de riesgo aplicable a los créditos de libranza, del 75% al 60%. Una medida que, aunque técnica, tiene profundas implicaciones para la expansión del crédito en el país. ¿Cómo afectará esto su bolsillo y su acceso a financiación?
La Libranza: Mecanismo de Recaudo con Respaldo Legal Robusto
Regulada por la Ley 1527 de 2012, la libranza es, por definición, un sistema de recaudo de cartera que opera mediante un descuento directo y automático de la cuota del crédito desde la nómina o pensión del deudor, siempre con su autorización explícita. Esta característica técnica, única en el mercado, le confiere un perfil de riesgo sustancialmente menor en comparación con otros créditos de consumo.
El Decreto 573 de 2025 enfatiza esta particularidad, al reconocer que el pago de las obligaciones está respaldado por el ingreso del deudor desde el momento de origen. Esto elimina la posibilidad de que el prestatario disponga de esos recursos antes de cumplir con su obligación, reduciendo drásticamente el riesgo de incumplimiento. Las entrevistas con directivos del sector revelan que esta garantía es un pilar fundamental para la confianza de las entidades financieras.
El Cambio Regulatorio de 2025: Un Impulso al Acceso Crediticio
En línea con los estándares internacionales del Comité de Supervisión Bancaria de Basilea, el Decreto 573 de 2025 modifica la ponderación de riesgo de los créditos de libranza en el cálculo del Activo Ponderado por Nivel de Riesgo (APNR). Esta reducción gradual, del 75% al 60%, no es un mero ajuste contable; es una señal clara de que el regulador busca incentivar la colocación de más recursos en esta modalidad.
La Superintendencia Financiera de Colombia, a través de la Circular Externa 005 del 17 de junio de 2025, detalló la aplicación de este decreto. La transición de la ponderación se implementará de la siguiente manera:
| Periodo de Aplicación | Ponderación de Riesgo |
|---|---|
| Desde emisión Circular Externa hasta 180 días después | 70% |
| Del día 181 al día 360 | 65% |
| A partir del día 361 | 60% |
Este cambio significa que los bancos requerirán menos capital para respaldar cada peso de crédito de libranza otorgado. En teoría, esto debería traducirse en una mayor oferta y, potencialmente, en mejores condiciones para los solicitantes, expandiendo el acceso a crédito formal en segmentos de la población que tradicionalmente enfrentan barreras.
Prestayá del Banco Popular: Una Solución con Alcance Masivo
Dentro de este dinámico mercado, el Banco Popular ha consolidado su oferta de libranza con el producto Prestayá. Con una base de más de 1.2 millones de clientes y una extensa red de 174 oficinas, complementada por más de 80.000 corresponsales bancarios de la Red Aval, la entidad demuestra una capacidad operativa considerable para atender la demanda.
Prestayá se define como un crédito de libre inversión, lo que permite al solicitante usar los fondos para cualquier necesidad: desde consolidar deudas, pasando por proyectos de vivienda o educación, hasta viajes. El producto se ofrece con montos que van desde 1 millón hasta 520 millones de pesos, siempre ajustándose a la capacidad de endeudamiento y descuento del solicitante. Una ventaja distintiva, y que simplifica enormemente el proceso, es que Prestayá opera sin la necesidad de un codeudor.
Requisitos Clave para Acceder a Prestayá
Para calificar a Prestayá, los solicitantes deben cumplir con criterios específicos que garantizan la viabilidad del descuento por nómina. Estos requisitos son el filtro esencial que las entidades aplican para mitigar el riesgo de crédito:
- Ingreso Mínimo y Vínculo Laboral Estable: Es indispensable percibir un ingreso mensual a partir de un Salario Mínimo Mensual Legal Vigente (SMMLV). En 2025, este umbral se establece en $1.320.900 mensuales. Además, el solicitante debe mantener un saldo neto de al menos 1 SMMLV más $10.000 después de todos los descuentos por nómina, una medida prudencial para asegurar recursos para gastos básicos.
- Convenio Empresarial: La empresa empleadora o la entidad que gestiona la pensión debe tener un convenio técnico formal con el Banco Popular. Esto facilita el canal directo y automatizado para los descuentos, otorgando confianza al proceso.
- Tipo de Vinculación: El solicitante debe estar vinculado formalmente a una empresa (pública o privada) con un contrato a término indefinido, o ser pensionado. Se incluyen diversas categorías de pensionados (vejez, invalidez, sobrevivientes, sustitución pensional), personal administrativo del sector educativo público, miembros de las Fuerzas Militares y Policía Nacional.
La documentación requerida es estándar para este tipo de operaciones: formato de vinculación diligenciado, copia de los desprendibles de pago (últimos dos meses), copia de la cédula y certificación laboral con antigüedad y estado. La verificación de estos documentos es un paso crítico en la evaluación de la capacidad de pago del deudor.
Proceso de Solicitud: Entre lo Digital y lo Presencial
El Banco Popular ha implementado un proceso de solicitud parcialmente digitalizado para Prestayá. Los interesados pueden iniciar el trámite diligenciando un formulario online en la web del banco. Tras esta fase inicial, un asesor se encarga de contactar al solicitante para completar el proceso. Sin embargo, para la formalización final, es común que se requiera la presencia del cliente en una de las 174 oficinas del banco.
Para aquellos clientes que ya mantienen una relación crediticia con la institución, o buscan ampliar una libranza existente, el banco ofrece una preaprobación rápida a través de PrestaYa Digital en cuestión de minutos. Este enfoque busca agilizar el acceso a financiación para clientes con un historial conocido, reconociendo un menor riesgo informativo.
Análisis Profundo de los Beneficios de Prestayá: Más Allá del Marketing
El Banco Popular promociona Prestayá con una serie de beneficios, y es crucial para el consumidor colombiano entender tanto las ventajas genuinas como las consideraciones subyacentes. He cubierto casos donde la facilidad de acceso, si no se maneja con disciplina, puede conducir a situaciones complejas.
1. Comodidad en Desembolso y Pago Automático: El desembolso directo a cuenta y el pago automático por nómina son indudablemente cómodos. Esto reduce la probabilidad de mora involuntaria, un problema común en otros créditos. Sin embargo, la automaticidad también puede disminuir la "fricción" cognitiva. Los pagos se vuelven invisibles, y el consumidor podría no reflexionar lo suficiente sobre su nivel de endeudamiento total. Estudios de comportamiento financiero señalan que la ausencia de un acto consciente de pago puede llevar a subestimar el impacto mensual en el flujo de caja.
2. Libre Inversión y Plazos Flexibles: La versatilidad para usar el dinero para cualquier propósito es una gran ventaja. Prestayá ofrece plazos desde 12 hasta 72 meses. Esta flexibilidad, si bien positiva, exige autodisciplina. Históricamente, el acceso fácil a crédito de libre inversión ha contribuido al aumento del coeficiente de endeudamiento de los hogares. Recordemos que, según ANIF y Colombia Fintech, el 37,3% de los hogares colombianos recurre a crédito informal (gota a gota) con tasas anuales de 382,2%, en parte por las restricciones del crédito formal. Ampliar el acceso es positivo, pero la educación financiera sobre el uso responsable es vital.
3. Cuotas y Tasas Fijas: La promesa de una cuota mensual constante durante toda la vigencia del crédito, sin sorpresas por variaciones de tasas, es una fortaleza real, especialmente en un entorno de volatilidad macroeconómica. Si bien el Banco de la República mantiene su tasa de referencia en 9,25% (octubre de 2025) y se vislumbran reducciones, la estabilidad de la cuota proporciona certeza presupuestaria. No obstante, las tasas fijas suelen ser marginalmente más altas en el corto plazo, lo que implica que el consumidor paga una prima por esa certidumbre.
4. Sin Codeudor y Sin Experiencia Crediticia Previa Requerida: Esta característica es un verdadero motor de inclusión. A diferencia de muchos créditos tradicionales, Prestayá no exige un tercero que responda por la obligación, ni un historial crediticio "impecable". Francamente, el banco no requiere codeudor porque el descuento directo de nómina ya actúa como una garantía robusta. La flexibilidad en la evaluación del historial es progresista, pero también implica un riesgo si personas con problemas de flujo de caja no resuelven sus causas raíz antes de endeudarse de nuevo. ¿Se ha preguntado cuántas personas con historial moroso pueden acceder, y si eso resuelve su problema o lo posterga?
5. Compra de Cartera con Tasas Preferenciales: La consolidación de otras deudas (tarjetas de crédito, microcréditos) a través de una libranza es una herramienta poderosa. Las tasas preferenciales de libranza, que oscilan entre 9,51% y 24,34% efectiva anual (según información de octubre 2025 de Bancolombia para libranzas), son significativamente inferiores a las tasas de tarjeta de crédito, que pueden alcanzar el 36%. Sin embargo, trasladar deuda de corto a largo plazo sin un cambio en los hábitos de gasto puede liberar cupo en las tarjetas de crédito y conducir a un nuevo endeudamiento, aumentando el costo total de intereses pagados a lo largo del tiempo.
6. Sistema de Amortización con Opciones de Abonos: La posibilidad de realizar abonos voluntarios al capital en cualquier momento es una ventaja que permite al deudor reducir el tiempo de endeudamiento y el costo total de intereses. Pero la realidad es que muchos hogares, especialmente aquellos con ingresos cercanos al SMMLV, tienen un presupuesto tan ajustado que la capacidad para hacer abonos adicionales es limitada.
Impacto en la Inclusión Financiera y el Endeudamiento de los Hogares Colombianos
La expansión del crédito de libranza, impulsada por el Decreto 573 de 2025, tiene el potencial de mejorar la inclusión financiera formal. Actualmente, solo el 35% de la población adulta en Colombia tiene acceso a productos de crédito formal, según datos de ANIF y Colombia Fintech. La libranza, al ofrecer un riesgo inherente más bajo para el banco, puede llegar a segmentos que antes estaban excluidos del crédito tradicional.
Sin embargo, esta inclusión es principalmente de acceso, no necesariamente de profundidad. Un consumidor que accede a una libranza pero luego entra en mora, enfrenta procesos de cobranza y afectación reputacional. La diferencia radica en que el descuento automático reduce la mora involuntaria, pero no elimina la mora voluntaria.
El panorama del endeudamiento de los hogares colombianos es complejo. A enero de 2025, el indicador de cartera vencida del sistema financiero se ubicó en 4,7%, pero si se incluyen los castigos (créditos sin esperanza de recuperación), la cifra se eleva a 11,04%. Para libranzas, el desempeño ha sido mejor, con menores niveles de vencimiento. No obstante, el endeudamiento total sigue siendo una preocupación. Según el Banco de la República y ANIF, los hogares con ingresos inferiores a un SMMLV tienen deudas que, en promedio, equivalen a hasta 3,7 salarios mínimos, una cifra que demanda una porción significativa de sus ingresos anuales para el servicio de la deuda, limitando el margen para otras necesidades básicas o emergencias.
Más Allá del Crédito: Consejos para una Libranza Responsable
La relación de libranza, amparada por la Ley 1328 de 2009 (Protección del Consumidor Financiero) y la Ley 1527 de 2012, implica deberes para ambas partes. Como periodista que ha seguido de cerca el sector, he visto que una libranza exitosa depende tanto del prestador como del prestatario.
Responsabilidades del Consumidor de Libranza:
- Evaluación Sincera de Capacidad de Pago: No se conforme con el mínimo legal requerido por el banco. Calcule honestamente si puede sostener la cuota. Expertos financieros sugieren que las deudas no deben exceder el 40-50% del ingreso mensual neto.
- Monitoreo del Pago Oportuno: Aunque el descuento es automático, asegúrese de que su empresa lo realice correctamente y que el dinero llegue al banco. Errores administrativos ocurren.
- Comunicación Proactiva de Cambios: Si su situación laboral cambia (empleo, jubilación, desempleo), comuníquelo de inmediato al banco. La continuidad del descuento depende de ello.
- Educación Financiera Continua: Entienda que el acceso al crédito no es ingreso disponible. Mantenga un fondo de emergencia y evite usar la libranza para gastos corrientes.
Responsabilidades del Prestador (Banco Popular):
- Transparencia Absoluta: El banco debe informar claramente, antes de la firma, la tasa de interés efectiva anual, el plazo, la cuota mensual exacta y el costo total del crédito.
- Evaluación Rigurosa de Capacidad de Pago: La obligación fiduciaria del banco es no prestar más allá de lo que el consumidor puede pagar. El descuento automático reduce el riesgo para el banco, pero no elimina el riesgo de sobreendeudamiento del cliente.
- Atención al Consumidor Financiero: Como entidad vigilada, el Banco Popular debe contar con un Sistema de Atención al Consumidor Financiero (SAC) y un Defensor del Consumidor Financiero para resolver disputas.
Reflexiones Finales: Un Mercado en Búsqueda de Equilibrio
Octubre de 2025 encuentra el mercado de libranzas en Colombia en un momento crucial. La reducción de la ponderación de riesgo, impulsada por el Decreto 573, es un intento regulatorio de ampliar el acceso al crédito formal. Productos como Prestayá del Banco Popular, con sus procesos digitalizados y términos competitivos, están bien posicionados para capitalizar este crecimiento.
No obstante, la inclusión financiera tiene sus límites. Un mercado donde el 35% de la población adulta tiene acceso formal, mientras el 37% recurre al "gota a gota" a tasas criminales, revela una fragmentación profunda. La libranza alivia los síntomas (acceso más fácil, tasas más bajas que el informal), pero no cura la raíz del problema: la informalidad laboral y la volatilidad de ingresos que impiden a grandes segmentos de la población sostener el servicio de la deuda.
Prestayá y productos similares son herramientas útiles, pero su impacto real dependerá de que se complementen con una educación financiera robusta, un crecimiento sostenido del empleo formal y políticas macroeconómicas que estabilicen los ingresos. Sin estos pilares, el riesgo es que la libranza se convierta en un mecanismo más para el endeudamiento creciente, en lugar de una palanca para una inclusión financiera genuina y sostenible.





