DINERO EN 10 MINUTOS
Millones de colombianos asumen el rol de codeudor sin plena conciencia de sus implicaciones. En un panorama económico con tasas de usura del 24,99% EA para noviembre de 2025 y un crédito de consumo en contracción, esta figura legal puede arrastrar su historial crediticio y patrimonio. Analizamos la responsabilidad, los riesgos y las estrategias de protección.

LEA SOBRE ESTO ABAJO

Préstamo hasta $ 20.000.000
Interés 0%
Primer préstamo hasta $ 20.000.000
Formas de obtener obtener dinero en la bank obtener dinero en la cards obtener dinero en la cash
Edad de de 18 a 70 años
¡Exprime tus posibilidades financieras!
Préstamo hasta $1.200.000
Interés 0%
Primer préstamo hasta $500.000
Formas de obtener obtener dinero en la bank obtener dinero en la cards obtener dinero en la cash
Edad de de 18 a 73 años
participa por un viaje a SAN ANDRÉS
Préstamo hasta $80.000.000
Interés 0%
Primer préstamo hasta $20.000.000
Formas de obtener obtener dinero en la bank obtener dinero en la cards
Edad de de 20 a 65 años
Hasta 80.000.000 COP hasta 120 meses
Préstamo hasta $3.000.000
Interés 0%
Primer préstamo hasta $3.000.000
Formas de obtener obtener dinero en la bank obtener dinero en la cards obtener dinero en la cash
Edad de de 18 a 70 años
Préstamos para todos

Quería celebrar mi graduación con amigos a lo grande, 15 minutos y ya tenia el medio con el que hacerlo. Desde entonces he utilizado su servicio una y otra vez para mis emergencias o gustos.

Estaba en mi primer año de universidad y necesitaba préstamos pequeños para llegar a fin de mes. Gracias a prestamo-en-linea.com podía organizar mis gastos correctamente.

prestamo-en-linea.com me respondió 2 minutos después de terminar mi solicitud, y el prestamista me envió el dinero en 3 horas. Gracias a su rápido servicio conseguí resolver mi urgencia.

prestamo-en-linea.com es increíblemente cómodo y ahorras mucho tiempo, les envié la solicitud y a los 30 segundos recibí 3 ofertas crediticias acorde con mi perfil.

Ya he probado otras páginas de selección de préstamos pero me pidieron poner mis datos crediticios de la tarjeta y después me quitaban dinero cada 5 días. Con prestamo-en-linea.com no solo me escogieron un préstamo al 0 % sino que además lo hicieron gratis. Además tardé menos de 4 minutos.

Preguntas Frecuentes

Hasta hace poco obtener dinero al instante podía ser casi imposible, sin embargo con la aparición de opciones financieras rápidas esto resulta cada vez más sencillo, seguro y rentable. De hecho hoy en día basta con ingresar algunos datos y cumplir algunos requisitos para conseguir créditos de bajo monto en muy buenas condiciones. Eso sí, muchos aún no saben a ciencia cierta cómo aprovechar estas opciones crediticias que al final pueden ser muy provechosas.

Para empezar es necesario aclarar que estos minicréditos son ofertados por empresas financieras que no pertenecen a la banca tradicional, por ello no siguen los mismos patrones o procedimientos empleados por los bancos tradicionales. Sin embargo estos préstamos en teoría funcionan de igual manera, pues poseen los mismos atributos y las mismas limitaciones.

Como habrás deducido el dinero rápido es un instrumento financiero crediticio fácil de obtener, ofertado por entidades financieras que no siempre están conectadas a la banca tradicional. Estos créditos suelen ser de cuantía baja, tanto que pocas veces superan los $1 000 000.

Por lo general hacerse con uno de estos préstamos personales no es nada difícil, de hecho en la mayoría de las ocasiones basta con llenar un sencillo formulario y esperar la respuesta de la agencia escogida. Una ventaja de estos instrumentos es que muchas de las financieras que los ofertan no toman en cuenta el hecho de que sus potenciales clientes podrían ser deudores, algo que no aceptaría ningún banco comerciales.

Aunque el uso de tarjetas de crédito se ha convertido en algo común en la sociedad actual, la verdad es que este instrumento puede traer más problemas que soluciones, especialmente si se compara con los préstamos rápidos. Las tarjetas de crédito suelen generar intereses muy elevados, mucho más que la mayoría de los préstamos urgentes. Además, si lo que necesitas es efectivo, obtenerlo mediante una tarjeta de crédito puede generar costos extra que son mucho más elevados que los generados al usarla en compras.

Por lo general, cuando solicitas por primera vez préstamos rápidos, el monto del préstamo oscila entre $110 000-$1 000 000. Sin embargo, es posible que puedas solicitar más para la próxima vez.

Para obtener préstamos rápidos, toma solo 5-10 minutos. Todo lo que necesitas hacer es proporcionar información básica sobre ti y esperar una respuesta.

Contar con cédula de ciudadanía.

Para enviar tu solicitud, debes cumplir los siguientes requisitos:
- Correo electrónico
- Cuenta bancaria personal
- Celular propio con línea activa
- Ser empleado, independiente o pensionado
- Edad entre 18 a 70 años con Cédula de Ciudadanía Colombiana

No es necesario presentar este documento ni presentar un aval.

Hay una gran posibilidad de que todavía obtengas un préstamo. Por lo tanto, recomendamos encarecidamente completar el formulario de solicitud, proporcionar información básica y esperar de 5 a 10 minutos para obtener una respuesta.

¡Claro que si! El proceso es muy fácil y simple, después de llenar tu solicitud, obtendrás el dinero en tu tarjeta muy rápido.

Sí, es totalmente posible pagar un préstamo antes.

Nosotros ahorra tu tiempo y te ofrece las mejores ofertas posibles que se adaptan a tus necesidades. Trabajamos solo con compañías de confianza y no tienes que preocuparte por tarifas ocultas o cargos adicionales.

Codeudor en Colombia 2025: La Deuda que No Es Tuya, pero Sí Tu Carga

CONTENIDO:

La historia de María es, lamentablemente, una de tantas en el tejido financiero colombiano. Su hermano, con la urgencia de un crédito automotriz, le pidió que firmara como codeudora. "Somos familia", le aseguró, una frase que a menudo disuelve la barrera de la cautela. Confiada en la buena fe y capacidad de su hermano, María firmó. No pasaron tres meses cuando los pagos cesaron, y de repente, María se encontró ante un aviso bancario: la deuda de 28 millones de pesos del vehículo, más intereses, recaía ahora sobre ella. Su historial crediticio, impecable hasta entonces, se tiñó de negro, sepultando sus planes de acceder a un crédito hipotecario.

Esta situación, lejos de ser un caso aislado, es una realidad para miles de ciudadanos. De hecho, la Superintendencia Financiera de Colombia ha señalado que apenas un 4,7% de los establecimientos crediticios analizan la necesidad de un codeudor al momento de otorgar préstamos, un dato que, lejos de ser un alivio, subraya una posible flexibilización en las exigencias que no necesariamente protege al garante.

La Trampa de la Solidaridad: Entendiendo el Codeudor en 2025

¿Qué significa realmente ser un codeudor en el contexto legal colombiano para este 2025? El Código Civil y la jurisprudencia de la Superintendencia Financiera son categóricos: un codeudor no es un simple respaldo moral, sino un **deudor solidario**. Esta figura implica que la persona que acepta el compromiso se obliga en las mismas condiciones que el deudor principal a responder por la totalidad de la deuda. No se trata de un fiador, cuya responsabilidad se activa solo si el deudor principal no puede pagar, sino de un co-responsable con idéntica obligación legal.

La Superintendencia Financiera de Colombia, en su Concepto 2018012798-002, ha sido enfática al establecer que "la calidad de deudor solidario en el marco de una obligación crediticia trae consigo el deber de atender el pago del crédito en las mismas condiciones que fueron acordadas entre el deudor principal y su acreedor". Esto significa, sin paliativos, que la entidad financiera puede dirigirse contra cualquiera de los deudores en cualquier momento, sin necesidad de agotar primero las acciones de cobro contra el titular del crédito. Es un compromiso a primera vista, donde la responsabilidad se comparte y el riesgo se multiplica.

El Pulso Económico y el Riesgo Implícito del Codeudor

Comprender la figura del codeudor hoy exige mirar el entorno macroeconómico. ¿Cómo se comporta el crédito en Colombia a finales de 2025? Según el Banco de la República, el saldo bruto de la cartera de establecimientos de crédito ascendió a $725,3 billones con corte a mayo de este año. Si bien se observa una variación real anual positiva del +0,3% –la primera en 25 meses–, esta recuperación es frágil y no uniforme. El crédito de consumo, precisamente el segmento donde más se solicita la figura del codeudor, continúa contrayéndose, registrando una caída del -4,5% en términos reales. Esto refleja una cautela marcada por parte del sistema financiero frente al sobreendeudamiento de los hogares, pero también un indicador de la presión económica que enfrentan muchas familias.

Además, las condiciones de financiamiento no son benignas. La tasa de interés de política monetaria, según la decisión del Banco de la República en octubre de 2025, se mantiene en un elevado 9,25%. Este nivel ha impactado directamente el Interés Bancario Corriente para créditos de consumo, fijado en 16,66% efectivo anual, y consecuentemente, la tasa de usura, que para noviembre de 2025 se sitúa en un crítico 24,99% efectivo anual. ¿Le suena familiar un amigo o familiar pidiéndole respaldo en un préstamo con estas condiciones? Francamente, estos costos tan elevados incrementan exponencialmente el riesgo de incumplimiento para el deudor principal y, por extensión, para usted como codeudor. He cubierto casos donde pequeños retrasos se convirtieron en montos impagables precisamente por la acumulación de intereses en un entorno de tasas elevadas.

Los Riesgos que Trascienden la Intención: Impacto Real en su Vida

Cuando un codeudor estampa su firma, asume una serie de riesgos silenciosos que a menudo se subestiman. El más inmediato y devastador es el impacto en el historial crediticio. Si el deudor principal falla en sus pagos, la entidad financiera no dudará en reportar el incumplimiento tanto al deudor como al codeudor ante las centrales de riesgo como Datacrédito, TransUnion (CIFIN) o Procrédito. De acuerdo con la Ley 1266 de 2008 (Ley de Habeas Data), un reporte negativo puede permanecer en la central de riesgo hasta el doble de la mora, con un máximo de **cuatro años**. Un codeudor con un historial manchado enfrentará un muro infranqueable para acceder a nuevos créditos, tarjetas, hipotecas, e incluso para arrendamientos, pues se le clasificará instantáneamente como un "perfil de riesgo". Laura, de Bogotá, lamenta: "Como codeudora de mi cuñada, no me aprobaron un crédito para comprar mi propio apartamento. ¡Me arrepiento tanto de haber aceptado esa responsabilidad!". Su testimonio resuena con la cruda realidad de miles de colombianos.

Más allá del perfil crediticio, el riesgo de embargo de bienes es una amenaza real. El Código General del Proceso establece que, ante una obligación incumplida, la entidad financiera puede solicitar a un juzgado medidas cautelares de embargo y secuestro sobre los bienes del codeudor. Es fundamental saber que, en octubre de 2025, el límite de inembargabilidad para cuentas de ahorro en procesos ordinarios es de $55.099.308. Todo lo que exceda este monto puede ser embargado y, eventualmente, subastado para cubrir la deuda. Esto no distingue entre bienes del deudor principal y los suyos; para la ley, usted es tan responsable como él.

Y el escenario más preocupante para la estabilidad económica personal es el embargo de salarios. Aunque la DIAN ha fijado un límite de inembargabilidad para cobro coactivo en $25.397.490 para 2025, la realidad es que un codeudor puede ver retenciones en su nómina de hasta el 50% en procesos ejecutivos. Esto puede limitar drásticamente su capacidad de subsistencia y la de su familia, convirtiendo un "favor" en una crisis financiera personal que puede tardar años en resolverse. Las entrevistas con usuarios revelan que el desconocimiento de esta capacidad de embargo es una de las mayores fuentes de angustia una vez que el problema ya ha estallado.

¿Por Qué se Acepta la Carga? Motivaciones Más Allá de lo Racional

Si los riesgos son tan evidentes y las consecuencias tan severas, ¿por qué millones de colombianos siguen aceptando ser codeudores? Las razones son complejas, con una fuerte carga emocional que a menudo eclipsa la lógica financiera. En mis años cubriendo el sector, he visto que estos motivos se repiten con una consistencia alarmante:

  • La presión familiar: Es el escenario más común. Un hijo que necesita un crédito para vivienda, un hermano que requiere un vehículo para trabajar, un primo que busca financiar sus estudios. La presión moral es inmensa, y el "no" se percibe como una traición o falta de lealtad. Carlos, de Cali, lo expresó con claridad: "Mi hija necesitaba un préstamo para iniciar su negocio, así que decidí respaldarla como codeudor. Aunque sabía que había riesgos, no iba a dejar que su sueño se esfumara."
  • Falta de información: Lamentablemente, la mayoría de los codeudores no comprenden realmente lo que firman. Leen el contrato superficialmente o, en muchos casos, simplemente confían en la palabra del familiar o en la supuesta "seguridad" que les ofrece el banco. No se detienen a consultar expertos ni a simular escenarios adversos.
  • Sobrestimar la capacidad de pago ajena: Existe una tendencia a creer que el deudor principal "nunca incumplirá". Sin embargo, el mercado laboral es volátil, las enfermedades pueden surgir, y una mala gestión del dinero puede transformar un compromiso aparentemente seguro en un grave problema financiero.
  • Deseo de ayudar: A nivel humanitario, aceptar ser codeudor se percibe como un acto de generosidad. Se prioriza el apoyo al ser querido, sin visualizar completamente los escenarios adversos donde la deuda recaerá sobre uno mismo.

¿Se ha preguntado alguna vez si su propia empatía o su deseo de ayudar a un ser querido podrían poner en jaque su estabilidad financiera?

Blindaje Financiero: Estrategias Antes de Asumir el Compromiso

Ante un panorama donde la ayuda a un ser querido puede convertirse en una pesadilla financiera, la prevención y la información son sus mejores escudos. Antes de aceptar la responsabilidad de un codeudor, es crucial seguir una serie de pasos que, aunque parezcan incómodos, pueden salvarle de una crisis mayor:

  1. Evalúe minuciosamente la capacidad de pago del deudor principal: No se quede con la palabra. Solicite documentos que comprueben sus ingresos: certificados laborales, últimas declaraciones de renta, estados de cuenta bancarios. Verifique su historial crediticio (puede hacerlo gratuitamente en midatacredito.com o las otras centrales). Asegúrese de que tenga ingresos suficientes para cubrir no solo la cuota del nuevo crédito, sino también sus obligaciones existentes. Recordemos que en un entorno donde el crédito de consumo cae 4,5% en términos reales, la capacidad de pago real es cada vez más limitada.
  2. Conozca los términos exactos de la deuda: Lea el contrato de principio a fin. No asuma nada. Entienda: el monto exacto, la tasa de interés aplicable (con la tasa de usura en 24,99% efectivo anual, los intereses pueden ser brutales), el plazo de pago, las penalidades por incumplimiento, y las condiciones de refinanciamiento. No firme nada que no entienda completamente o que no haya sido explicado con total claridad.
  3. Negocie alternativas con la entidad financiera: Muchos bancos están abiertos a otras formas de garantía. Pregunte si existe la posibilidad de:
    • Un aval limitado, donde su responsabilidad está acotada a un porcentaje o monto específico de la deuda.
    • Hipoteca o prenda sobre bienes específicos del deudor principal.
    • Un seguro de crédito que cubra en caso de fallecimiento, incapacidad o desempleo del deudor.
    Estas opciones pueden mitigar significativamente su riesgo.
  4. Diseñe un plan de respaldo financiero personal: Antes de aceptar, calcule cuánto tendría que aportar mensualmente si el deudor incumpliera completamente. ¿Puede permitírselo sin comprometer su vivienda, alimentación, educación o salud? Si la respuesta es no, o si le genera la más mínima duda, la decisión prudente es no firmar.
  5. Consulte a un asesor financiero o abogado: Aunque implique un costo inicial, una consulta profesional es infinitamente más barata que resolver los problemas posteriores. Un abogado puede explicarle las implicaciones legales completas y, en algunos casos, ayudarle a negociar términos más favorables o a identificar cláusulas abusivas. Como lo mencionó Paula, de Barranquilla: "Ahora sé que, antes de aceptar, debería haber hablado con un asesor financiero. Habría evitado muchos problemas."
  6. Formalice un acuerdo privado con el deudor: Incluso si se trata de familiares o amigos cercanos, redacte un documento privado. Este debe constar la fecha en que aceptó ser codeudor, el monto y plazo del crédito, las condiciones bajo las cuales estaría dispuesto a asumir pagos (si las hay), y cómo se manejaría la restitución del dinero que usted haya pagado. Este documento, aunque no vincula al banco, protege legalmente su relación con el deudor.
  7. Mantenga supervisión activa: Si finalmente acepta ser codeudor, solicite a la entidad financiera acceso a los extractos mensuales del crédito. Conozca el estado de los pagos. Si detecta retrasos, actúe inmediatamente hablando con el deudor para resolver el problema antes de que se convierta en un incumplimiento formal que afecte su historial.

La Decisión Crucial: Más Allá del Favor, una Estrategia de Vida

En 2025, con un entorno económico incierto, tasas de interés elevadas y un crédito de consumo aún en contracción, la prevención es más importante que nunca. Aunque leyes como la Ley 1266 de 2008 (Habeas Data) establecen derechos para mejorar el historial crediticio, y el Congreso discute iniciativas como la "Ley Borrón y Cuenta Nueva 2.0" para agilizar la salida de las centrales de riesgo, estas medidas no eliminan el estrés, los conflictos familiares y la crisis económica que genera un incumplimiento. Es crucial entender que estas leyes actúan a posteriori; el verdadero blindaje se construye antes de firmar.

El consejo más importante, y a menudo el más difícil de seguir, es el más simple: piénselo dos veces. Si tiene dudas, la respuesta debe ser no. No existe obligación moral tan fuerte que justifique comprometer su estabilidad financiera y su patrimonio de por vida. Un "no" a tiempo puede ahorrarle años de angustia, conflictos personales irreparables y una crisis económica de la que, como periodista financiero, he visto a muchas familias luchar por salir. Ser codeudor es, en esencia, asumir la deuda ajena como propia. En un país donde la capacidad de pago puede contraerse y los intereses pueden escalar rápidamente, esa decisión debe ser tomada con los ojos completamente abiertos a la realidad y sus posibles consecuencias.

Codeudor: Guía Completa sobre Riesgos, Obligaciones e Implicaciones Legales

Como codeudor asumes responsabilidad solidaria por la deuda completa, lo que significa que el acreedor puede cobrarte directamente sin agotar primero al deudor principal. Si hay incumplimiento, ambos quedan reportados a las centrales de riesgo, afectando tu capacidad de endeudamiento futuro y tu puntaje crediticio.
Un codeudor reportado negativamente verá impedido su acceso a créditos en el sector financiero, experimentará una disminución en su puntaje crediticio y enfrentará dificultades para obtener nuevas líneas de crédito. El reporte permanecerá en las centrales de riesgo por el doble del tiempo de mora si fue inferior a dos años, o hasta cuatro años si la mora fue igual o superior a dos años.
Las desventajas incluyen: asumir responsabilidad total de la deuda si el titular no paga, reducción de tu capacidad de endeudamiento, disminución del puntaje crediticio, posibilidad de embargo de tus bienes, reporte en centrales de riesgo, y limitación en solicitudes futuras de créditos con tasas menos favorables.
Ambas figuras exponen a reportes negativos en caso de incumplimiento, pero la diferencia principal es que el codeudor tiene responsabilidad solidaria (el acreedor puede cobrarle directamente), mientras que el fiador tiene responsabilidad subsidiaria (se cobra al fiador solo después de agotar opciones con el deudor principal).
Si el deudor principal no paga, la entidad acreedora puede exigirte el pago íntegramente a ti, iniciar procesos judiciales ejecutivos contra ti, solicitar embargo de tus bienes y reportarte a las centrales de riesgo como moroso, generando un impacto negativo permanente en tu historial crediticio.
Ser aval (similar a codeudor) te expone a asumir la deuda completa si el principal incumple, afectando tu patrimonio, tu capacidad crediticia futura y tu estabilidad financiera a largo plazo. Además, puedes enfrentar procesos legales, embargo de bienes y deterioro permanente de tu historial financiero.
En 2025, ser codeudor en Colombia conlleva los mismos riesgos legales establecidos por el Código Civil, con la novedad del proyecto de ley 'Borrón y Cuenta Nueva 2.0' que busca acelerar la eliminación de reportes negativos a máximo dos meses después de pagar la deuda, reduciendo tiempos de permanencia en centrales de riesgo de hasta 6 meses.
Sí, ser fiador reduce significativamente tu capacidad de endeudamiento porque la deuda se suma al cálculo de tus obligaciones mensuales en la mayoría de entidades financieras, limitando tus solicitudes futuras de tarjeta, vehículo u otros préstamos, incluso si el deudor principal paga puntualmente.
Como garante asumes obligaciones legales solidarias, tu capacidad crediticia se ve comprometida, eres expuesto a reportes negativos ante mora, enfrentas procesos de embargo, limitas tu acceso a créditos futuros y comprometes tu patrimonio a largo plazo si el deudor incumple.
Los requisitos generales incluyen: tener domicilio permanente en Colombia, ser mayor de 18 años, tener ingresos demostrables (mínimo 2 SMMLV según la institución), no estar reportado en centrales de riesgo, y tener un nivel de endeudamiento que no supere el 50% de tus activos.
Documentos requeridos: cédula de ciudadanía legible y ampliada al 150%, formulario de codeudor debidamente diligenciado, comprobantes de ingresos (último trimestre), certificación de ingresos expedida por contador con soportes, y estados financieros si eres independiente.
Debes contactar la entidad financiera, diligenciar el formulario de codeudor, presentar la documentación requerida (cédula, comprobantes de ingresos), verificar que estés al día en centrales de riesgo, esperar la revisión de tu perfil crediticio y la aprobación final de la entidad.
Si la mora fue inferior a dos años, el reporte permanece el doble del tiempo de mora (contado desde la fecha de pago). Si la mora fue igual o superior a dos años, el reporte permanece hasta 4 años. El plazo máximo general es de 4 años desde la fecha de pago.
Debes cancelar la deuda pendiente completamente. Una vez pagada, la entidad financiera reportará tu cambio de estado y las centrales de riesgo lo actualizarán en máximo 10 días. El reporte negativo desaparecerá conforme a los plazos establecidos por la Ley 1266 (doble de la mora o 4 años máximo).
Tu responsabilidad como codeudor continúa vigente incluso si el deudor principal fallece. La entidad puede reclamarte el pago íntegro de la deuda, y los herederos del deudor asumen la obligación en proporción a la herencia, pero tú mantienes tu responsabilidad solidaria completa.
En Colombia, no es común poder liberarse como codeudor mientras la deuda esté activa y vigente. La única forma es negociar directamente con el acreedor y el deudor principal para solicitar que te liberen de la obligación, lo que requiere que el deudor demuestre capacidad de pago suficiente.
Autor del artículo Germán Rodríguez

Autor: Germán Rodríguez

Experto financiero
Germán Rodríguez es un experto financiero en Colombia, especializado en análisis de crédito y estrategias de inversión
Publicado: 07 octubre 2025 a las 05:01

Popular entre nuestros usuarios