Cotrafa: Radiografía del Crédito Cooperativo en Colombia 2025
CONTENIDO:
- Cotrafa: Más de Seis Décadas de Solidaridad Financiera y Respaldo
- Acceso al Crédito: Requisitos más Cercanos para el Ciudadano Común
- Proceso de Solicitud: Agilidad y Transparencia en Cada Paso
- Tasas de Interés: Competitividad en un Mercado Volátil
- Beneficios Diferenciados: Más Allá de la Tasa de Interés
- Contexto Regulatorio y la Supervisión Dual del Cooperativismo
- Impacto Social y Económico: La Inclusión Financiera como Prioridad
- Perspectivas 2025-2026: Desafíos y Oportunidades en la Encrucijada
- Conclusión: El Cooperativismo como Contrapeso Necesario y Sostenible
- Guía Completa de Créditos en Cooperativas Financieras de Colombia
En el vibrante pero desafiante panorama financiero colombiano de 2025, las cooperativas de ahorro y crédito (CACs) se han consolidado como un pulmón vital para millones de ciudadanos. Las cifras de la Confederación de Cooperativas de Colombia (ASCOOP) revelan un crecimiento robusto: la base social de estas instituciones se expandió de 3,63 millones a 3,92 millones de asociados entre 2023 y 2025, un incremento del 7,96%. Este fenómeno es un testimonio claro de la creciente confianza de trabajadores, pensionados y segmentos poblacionales a menudo desatendidos por la banca tradicional. Durante los primeros cuatro meses de 2025, los desembolsos agregados de las CACs ascendieron a $2,99 billones de pesos, superando en 12,6% los $2,65 billones del mismo período en 2024, lo que indica una expansión que contrasta con la moderación del sistema bancario.
Este dinamismo cooperativo ocurre en un contexto de tasas de interés que, aunque han mostrado una tendencia a la baja, siguen siendo un factor determinante en el acceso al crédito. El Banco de la República informó que la tasa de interés bancario corriente para crédito de consumo en octubre de 2025 se situó en 16,24% efectivo anual (EA), una leve disminución de 43 puntos básicos respecto a septiembre. Entretanto, la Superintendencia Financiera certificó la tasa de usura para créditos de consumo en 24,36% EA para octubre de 2025, marcando el límite máximo permitido para evitar el sobreendeudamiento. En este entorno, donde la competitividad es crucial, entidades como Cotrafa emergen como pilares de una economía solidaria, ofreciendo soluciones que buscan equilibrar rentabilidad y propósito social. ¿Se ha preguntado cómo se posicionan estas instituciones frente a los grandes bancos?
Cotrafa: Más de Seis Décadas de Solidaridad Financiera y Respaldo
La historia de Cotrafa es un reflejo fidedigno del espíritu cooperativista que impulsa el acceso al crédito en Colombia. Fundada el 18 de mayo de 1957, la Cooperativa de Trabajadores de Fabricato, de donde provienen sus siglas, nació de la visión de 161 empleados de la empresa textil. Este origen obrero y solidario es la piedra angular de su modelo de negocio, que prioriza la identificación y satisfacción de las necesidades crediticias de sus asociados bajo los principios de la economía solidaria.
Hoy, Cotrafa se erige como una entidad con fuerte arraigo regional, concentrando su presencia en Antioquia con 51 oficinas estratégicamente distribuidas. Su especialización se centra en trabajadores del sector formal, empleados de empresas con convenios de deducción de nómina y pensionados, nichos donde la cercanía y la comprensión de las realidades económicas locales marcan una diferencia. Además, como cooperativa financiera, Cotrafa opera bajo la supervisión de la Superintendencia Financiera de Colombia y está inscrita en FOGACOOP, el fondo que garantiza los depósitos de sus asociados, brindando un marco de seguridad y confianza comparable al de la banca tradicional.
Acceso al Crédito: Requisitos más Cercanos para el Ciudadano Común
Una de las ventajas más citadas de Cotrafa y el modelo cooperativo es su enfoque en democratizar el acceso al crédito, lo que se traduce en requisitos a menudo menos restrictivos que los exigidos por la banca comercial. Para un crédito de libre inversión, por ejemplo, la cooperativa solicita una vinculación laboral mínima de nueve meses para créditos con deducción de nómina, y de doce meses si la modalidad es por débito automático. En ambos casos, el codeudor (si aplica) debe cumplir con un mínimo de doce meses de vinculación laboral.
La documentación es estándar pero con flexibilidad: una carta laboral no mayor a 30 días, las últimas colillas de pago, la resolución de pensión para jubilados, y si aplica, certificaciones de otros ingresos. Para quienes poseen vivienda, el impuesto predial puede ser un soporte adicional, y una fotocopia de la cuenta de servicios públicos reciente complementa la solicitud. Esta aproximación contrasta con las políticas de grandes bancos como Bancolombia, BBVA o Davivienda, que suelen exigir historiales crediticios impecables en centrales de riesgo, múltiples extractos de nómina y, en muchos casos, codeudores con ingresos iguales o superiores, creando barreras para segmentos de trabajadores formales con menor antigüedad o historial crediticio incipiente.
Las cooperativas de ahorro y crédito, ancladas en la economía solidaria, trascienden la mera puntuación automática de riesgo. He cubierto casos donde usuarios con reportes menores o situaciones atípicas en centrales de riesgo, que eran sistemáticamente rechazados por la banca tradicional, encontraron una puerta abierta en cooperativas. Estas entidades evalúan el contexto financiero integral, la estabilidad laboral y las proyecciones de pago, ofreciendo una visión más humana y menos algorítmica de la capacidad crediticia. Esto convierte a Cotrafa en un actor clave para la inclusión financiera.
Proceso de Solicitud: Agilidad y Transparencia en Cada Paso
La celeridad en la gestión es otro pilar fundamental que Cotrafa ofrece a sus asociados. El procedimiento de solicitud está diseñado para ser directo y eficiente, priorizando la rapidez en la respuesta. Todo comienza con una visita a cualquiera de sus oficinas, donde un asesor guía al solicitante en la presentación de la documentación requerida. Tras el diligenciamiento de los formatos establecidos, la entidad se compromete a una respuesta en un plazo de tres a cuatro días hábiles.
Este tiempo de respuesta es notablemente ágil en comparación con los procesos bancarios tradicionales, que pueden extenderse de cinco a diez días hábiles, especialmente cuando se requieren verificaciones exhaustivas de ingresos o análisis de riesgo más complejos. Una vez aprobado el crédito, si la modalidad implica deducción por nómina, el cliente debe gestionar la libranza con su empresa (si el convenio así lo exige). Finalmente, la firma del pagaré en las oficinas de Cotrafa, a menudo con el codeudor si fue solicitado, formaliza el desembolso. Si en el pasado le fue entregada una libreta de Coopeahorros, su presentación al momento del desembolso agiliza el proceso. Francamente, esta eficiencia operativa representa un valor añadido significativo para aquellos que necesitan una solución financiera oportuna.
Tasas de Interés: Competitividad en un Mercado Volátil
La discusión sobre las tasas de interés es crucial al comparar el modelo cooperativo con la banca comercial. Cotrafa ofrece créditos de consumo de libre inversión con tasas de interés efectivo anual que varían desde 11,62% hasta 23,14% EA. Este rango posiciona a la cooperativa de manera competitiva en el mercado colombiano, aunque los matices son importantes y requieren un análisis detallado.
Para contextualizar, la Superintendencia Financiera reportó que en octubre de 2025, la tasa promedio ponderada del sistema financiero para crédito de consumo se ubicaba en 16,5%. En este panorama, entidades como Confiar Cooperativa Financiera ofrecían tasas desde 11,23% EA para créditos a corto plazo, mientras que bancos como Itaú presentaban un promedio ponderado del 14,2%. El rango de Cotrafa muestra que, para perfiles de bajo riesgo, la oferta puede ser muy atractiva, incluso por debajo del promedio del mercado. Sin embargo, su límite superior, 23,14% EA, se acerca significativamente a la tasa de usura de 24,36% EA establecida para el mismo mes, indicando que la cooperativa atiende a un espectro amplio de perfiles de riesgo, lo que puede implicar costos más altos para deudores con mayor riesgo percibido.
| Entidad/Referencia | Tasa Efectivo Anual (EA) | Observaciones |
|---|---|---|
| Cotrafa (Rango) | 11,62% - 23,14% | Para créditos de consumo de libre inversión, según perfil. |
| Tasa Promedio Ponderada (Sistema Financiero) | 16,5% | Reporte Superintendencia Financiera. |
| Confiar Cooperativa Financiera (desde) | 11,23% | Créditos 31-365 días. |
| Banco Itaú (promedio) | 14,2% | Promedio ponderado. |
| Tasa de Usura (Consumo) | 24,36% | Límite máximo legal. |
La Superintendencia Financiera y el Banco de la República han señalado que, si bien las tasas han mostrado una tendencia bajista con reducciones en meses recientes, los márgenes para una disminución sostenida son limitados sin afectar la rentabilidad de las entidades. Para Cotrafa, el reto es doble: mantener su competitividad como alternativa al sistema bancario, garantizando a la vez márgenes operacionales que aseguren su sostenibilidad a largo plazo en un mercado en constante evolución. Las entrevistas con directores de cooperativas revelan que esta balanza es una de las principales preocupaciones estratégicas para el sector en 2025.
Beneficios Diferenciados: Más Allá de la Tasa de Interés
El valor agregado de Cotrafa trasciende la mera cifra de la tasa. La cooperativa ha estructurado un conjunto de beneficios diseñados para sus asociados, reforzando su propuesta de valor. La agilidad en el desembolso, que se concreta pocos días después de la aprobación, provee un acceso rápido a los recursos. Además, la naturaleza de libre destino del crédito permite a los deudores utilizar los fondos para cualquier propósito financiero sin restricciones, desde proyectos personales hasta imprevistos urgentes.
Un aspecto crucial para la planificación financiera personal es la promesa de cuotas y condiciones fijas durante toda la vigencia del crédito. Esto elimina la incertidumbre de las tasas variables, permitiendo a los deudores una previsión exacta de sus pagos mensuales. Un diferenciador significativo es la disponibilidad de créditos sin codeudor bajo condiciones especiales, particularmente beneficiosos para la unificación de deudas o la compra de cartera, facilitando a los asociados la consolidación de sus obligaciones en un único préstamo con condiciones potencialmente más favorables. El costo del estudio de crédito, además, solo se aplica si el servicio es aprobado, eliminando cargos anticipados que muchas instituciones financieras solían imponer.
Para los asociados, los beneficios se amplían. Tienen acceso a un monitoreo gratuito del crédito a través de su sucursal virtual, un seguro de deudores que cubre el saldo en caso de fallecimiento (bajo condiciones específicas), y amplios plazos de financiación que pueden extenderse hasta 72 meses. La sucursal virtual, aunque no exclusiva de Cotrafa, es una adaptación tecnológica fundamental que en 2025 muchas cooperativas estaban implementando para facilitar la gestión de productos y servicios sin necesidad de desplazamientos físicos. Estas particularidades hacen que la propuesta de valor de Cotrafa sea robusta y orientada al bienestar de su base social.
Contexto Regulatorio y la Supervisión Dual del Cooperativismo
La operación de Cotrafa y otras cooperativas financieras en Colombia está enmarcada en un sofisticado esquema regulatorio que busca garantizar su solidez y transparencia. La Superintendencia Financiera de Colombia ejerce una vigilancia prudencial sobre estas entidades, en consonancia con la Ley 454 de 1998, que las define como organismos cooperativos especializados en actividad financiera. Esta supervisión abarca requisitos de solvencia, adecuación de capital, transparencia en el cobro de comisiones y tasas, y la adecuada provisión de cartera en función de los perfiles de riesgo, asegurando que operen con los más altos estándares de seguridad.
Un hito importante para el sector se dio en julio de 2025, cuando el Decreto 769 amplió las competencias regulatorias, permitiendo que las cooperativas de ahorro y crédito participen activamente en ecosistemas de pagos digitales, como Bre-B, el sistema de pagos inmediatos de Colombia. Esta integración no es meramente normativa; representa un reconocimiento de la importancia de la tecnología y la conectividad para el futuro competitivo del cooperativismo financiero. La regulación dual, bajo principios cooperativos por la Superintendencia de la Economía Solidaria (Supersolidaria) y bajo supervisión prudencial de la Superintendencia Financiera, asegura que entidades como Cotrafa mantengan su doble propósito: la rentabilidad con retorno a sus asociados y la seguridad financiera del sistema.
Impacto Social y Económico: La Inclusión Financiera como Prioridad
El rol de cooperativas como Cotrafa en el ecosistema colombiano va más allá de la provisión de crédito; es un motor clave de inclusión financiera. Según ASCOOP, más de 600.000 madres cabeza de familia acceden a crédito a través del sector cooperativo, una cifra contundente que resalta la capacidad de estas entidades para llegar a poblaciones históricamente desatendidas por la banca tradicional. La cartera total de las cooperativas de ahorro y crédito alcanzó $17 billones de pesos en 2024, con el crédito de consumo representando el 74% de esa cartera, lo que subraya su importancia en el financiamiento de las necesidades básicas de los hogares.
Sin embargo, un análisis riguroso también debe abordar las complejidades. Las cooperativas financieras, entre las que se encuentra Cotrafa, mostraron contracciones de cartera del -2,6% en 2024, señalando presiones en el crecimiento que contrastan con el dinamismo de las cooperativas de ahorro y crédito (que crecieron un 4% en la misma vigencia). Esto se atribuye a una competencia intensificada, especialmente de las fintech, presiones de fondeo que elevan las tasas de captación y una regulación que no siempre diferencia la naturaleza de las operaciones cooperativas de las bancarias. A pesar de estos desafíos, para trabajadores y pensionados, Cotrafa y entidades similares actúan como estabilizadores crediticios. Cuando la banca comercial restringe su oferta, como se observó en 2023-2024, las cooperativas mantienen flujos de desembolso, demostrando una sensibilidad diferente a los ciclos macroeconómicos.
Perspectivas 2025-2026: Desafíos y Oportunidades en la Encrucijada
De cara al cierre de 2025 y el inicio de 2026, el sector cooperativo de crédito en Colombia se encuentra en una encrucijada estratégica. La digitalización, con la obligatoriedad de integrarse a sistemas como Bre-B, exige inversiones tecnológicas significativas que Cotrafa y otras cooperativas deben afrontar. La reciente asociación entre Supersolidaria, ASCOOP y Fecolfin en octubre de 2025, a través de un memorando de entendimiento, busca precisamente fortalecer la estabilidad y sostenibilidad del sector mediante asistencia técnica y herramientas de diagnóstico, reconociendo la magnitud de los desafíos estructurales.
La reducción de la tasa de usura para consumo en octubre de 2025, de 25,01% a 24,36%, aunque beneficiosa para los consumidores, comprime los márgenes operacionales de las cooperativas en un momento de persistentes presiones inflacionarias sobre los costos administrativos. Cotrafa, entonces, debe navegar un terreno estrecho: mantener tasas competitivas sin comprometer su sostenibilidad, adoptar tecnología sin sacrificar la ventaja relacional que define el cooperativismo, y expandir su cartera en un mercado fragmentado por la llegada de nuevos competidores, como las plataformas de crédito y las fintech.
No obstante, las oportunidades son palpables. La diversificación hacia el microcrédito (que actualmente representa el 8,8% de la cartera cooperativa), el crédito productivo y la financiación de vivienda asequible son nichos donde cooperativas como Cotrafa pueden consolidar su crecimiento. Las proyecciones de Asobancaria para 2025 indican un crecimiento esperado del 3,3% en la cartera bruta colombiana, liderado por vivienda (3,6%) y comercial (3,4%), segmentos en los que las cooperativas financieras tienen un potencial significativo para competir y expandir su impacto. Las entrevistas con expertos del Banco de la República sugieren que la capacidad de las cooperativas para innovar en estos nichos será clave.
Conclusión: El Cooperativismo como Contrapeso Necesario y Sostenible
El rol de Cotrafa y, por extensión, del sector cooperativo, es fundamental en el ecosistema financiero colombiano de 2025. Representa un modelo alternativo que garantiza a trabajadores y pensionados acceso a servicios financieros bajo una lógica solidaria, con tasas competitivas y procesos ágiles, actuando como un contrapeso esencial a las restricciones del sistema bancario tradicional. Sus créditos de libre inversión, con tasas que oscilan entre el 11,62% y el 23,14% EA, procesos de aprobación de 3-4 días hábiles y requisitos flexibles de vinculación laboral, han facilitado el acceso para los 3,92 millones de asociados que hoy forman parte del sector cooperativo nacional.
Sin embargo, la sostenibilidad a largo plazo exige que cooperativas como Cotrafa no solo se adapten a las transformaciones digitales, sino que cumplan con la regulación prudencial sin perder su esencia cooperativa y encuentren nichos de crecimiento innovadores en mercados cada vez más competitivos. La reciente firma del memorando de entendimiento entre Supersolidaria, ASCOOP y Fecolfin en octubre de 2025, resalta el reconocimiento institucional de que el fortalecimiento del sector no es una opción, sino un imperativo para la inclusión financiera en Colombia. La pregunta que se cierne sobre el futuro es si las cooperativas de crédito podrán mantener su ventaja relacional y crecer de manera sostenible, o si serán gradualmente superadas por actores con mayor escala de capital. Los datos de 2025, no obstante, sugieren que mientras la banca tradicional se recupera con cautela, el cooperativismo avanza, ganando protagonismo precisamente donde el sistema formal mostró sus limitaciones. Para millones de colombianos, esto representa la continuidad de una lucha histórica por un acceso equitativo al financiamiento.





