Nequi y el Efectivo en 2025: Un Análisis Crítico de la Consignación
CONTENIDO:
- La Paradoja Colombiana: Dinero Digital en un País de Billetes
- ¿Cómo Poner Efectivo en Nequi en 2025? Las Vías Oficiales y la Confusión Común
- Corresponsales Nequi (PTM, Puntored y puntos especializados)
- Corresponsales Bancolombia
- Cajeros Automáticos Bancolombia: Una Opción Limitada para Depósitos
- Tiempos de Procesamiento y la Realidad de las Caídas del Sistema
- Más Allá de la Comisión: Costos Ocultos y Límites Reales en Nequi
- Las Voces del Día a Día: Historias Reales de Usuarios de Nequi
- El Cuello de Botella Persistente: Infraestructura Física y Desigualdad
- Bre-B: ¿La Solución Definitiva o un Parche Tecnológico?
- Análisis Final: La Digitalización Incompleta de Colombia
- Guía Completa sobre Nequi: Consignaciones, Topes y Operaciones Digitales
Colombia, en 2025, dibuja una imagen financiera contradictoria: la Superintendencia Financiera reporta que el 82% de las operaciones financieras se realizan por canales digitales, un salto significativo hacia la modernidad. Sin embargo, el Banco de la República revela que la abrumadora mayoría, un 79% de los usuarios, aún prefiere el efectivo para sus pagos cotidianos. Esta brecha no es un detalle menor; expone el desafío de consolidar una verdadera digitalización en una economía que sigue profundamente atada al billete, una realidad que se percibe con nitidez al intentar depositar efectivo en plataformas como Nequi.
La Paradoja Colombiana: Dinero Digital en un País de Billetes
La adopción de Nequi, la billetera digital de Bancolombia, es innegable: con más de 26 millones de usuarios registrados y unos 20 millones activos mensualmente, se ha convertido en la puerta de entrada financiera para una vasta porción del país. Esta plataforma procesa cerca de 550 millones de transacciones cada mes, con picos impresionantes de 67 millones en un solo día, especialmente durante las quincenas. Estos números posicionan a Colombia como líder regional en penetración de billeteras digitales, con una adopción del 73% de la población, según el Índice de Inclusión Financiera (IIF) de Credicorp 2025, superando a casi todos sus vecinos latinoamericanos.
Pese a este avance digital, el efectivo no cede terreno. Datos de Asobancaria para 2025 muestran que el dinero en efectivo en Colombia crece a una tasa anual del 20%, una velocidad que contrasta drásticamente con el 2% de crecimiento anual de depósitos en cuentas corrientes y el 6,3% en cuentas de ahorro. Esta situación ha elevado la relación efectivo/actividad económica al 16% en enero de 2025, casi el doble de la meta planteada hace años. La proporción efectivo/M2 ya supera el 9%, muy por encima del 4% en países como Brasil o Chile, evidenciando una dependencia del dinero físico que no disminuye al ritmo esperado por los promotores de la digitalización.
¿Cómo Poner Efectivo en Nequi en 2025? Las Vías Oficiales y la Confusión Común
Para quienes buscan ingresar dinero físico a Nequi, la realidad de 2025 difiere de algunas percepciones populares. Una confusión extendida entre usuarios es la creencia de poder depositar directamente a través de puntos como Efecty, Baloto o SURED. Sin embargo, en la práctica, estos no operan como canales de recarga directa masiva para Nequi en la actualidad. Si bien Efecty ofrece servicios de giros y pagos a convenios, y Baloto ha diversificado sus opciones, su función principal no es la recarga directa de billeteras digitales. Los canales habilitados para depósitos en efectivo son principalmente la red de corresponsales Nequi y Bancolombia, además de una opción limitada en cajeros automáticos.
Corresponsales Nequi (PTM, Puntored y puntos especializados)
La vía más directa para depositar efectivo en Nequi es a través de sus corresponsales. Estos puntos, integrados en redes como PTM o Puntored y otros comercios autorizados, se extienden por gran parte del territorio nacional. El proceso es sencillo: solo se necesita el número de celular asociado a la cuenta Nequi y el monto a depositar. El corresponsal, por seguridad, valida dos veces el número antes de finalizar la operación. Estos puntos son especialmente relevantes para usuarios que operan mayormente en efectivo, como trabajadores informales o pequeños comerciantes.
- Ventajas: No existe una comisión directa visible para el usuario por la recarga. La red de corresponsales es amplia, con más de 40.000 puntos de corresponsalía bancaria en todo el país. El dinero, en teoría, se refleja de inmediato en la cuenta, y el límite mínimo de recarga es de solo $10.000 pesos, ofreciendo flexibilidad a usuarios de bajos ingresos.
- Desventajas: A pesar de la teoría, la experiencia real es inconsistente. Múltiples usuarios, como Andrea López en Bogotá, han reportado la falta de liquidez de efectivo en los corresponsales, obligándolos a buscar varios puntos. Esta situación se agrava en zonas rurales dispersas, donde cada corresponsal atiende a un número desproporcionadamente mayor de personas (casi 43 adultos por punto, frente a 10.000 en ciudades), generando cuellos de botella y largas esperas.
Corresponsales Bancolombia
Dado que Nequi es una filial de Bancolombia, su red de corresponsales bancarios (tiendas de barrio, farmacias, puntos postales) también permite realizar recargas en efectivo. Esta opción, a menudo, ofrece una cobertura adicional en barrios donde los puntos Bancolombia son más comunes. El procedimiento es idéntico al de los corresponsales Nequi: número de celular y monto.
- Ventajas: Potencialmente mayor cobertura en ciudades y barrios específicos. Al igual que los corresponsales Nequi, no se cobra una comisión directa. Muchos operan en horarios extendidos, lo que es crucial para quienes tienen jornadas laborales atípicas.
- Desventajas: Los usuarios reportan las mismas intermitencias de liquidez de efectivo y variaciones significativas en la calidad del servicio, dependiendo del comerciante que opere el punto.
Cajeros Automáticos Bancolombia: Una Opción Limitada para Depósitos
Aunque los cajeros automáticos de Bancolombia son ampliamente utilizados para retiros, su funcionalidad para depósitos en Nequi es considerablemente más limitada. Si bien los cajeros aceptan depósitos para cuentas Bancolombia, no todas las cuentas Nequi tienen esta opción claramente habilitada de forma masiva o sencilla, lo que restringe su utilidad para este fin específico.
Tiempos de Procesamiento y la Realidad de las Caídas del Sistema
La velocidad es un factor crítico. La información oficial de Nequi asegura que las recargas en corresponsales son "instantáneas". Es decir, el dinero debe reflejarse en la cuenta tan pronto como se completa la transacción en el punto físico. Sin embargo, esta promesa de inmediatez ha chocado con la realidad operativa, especialmente en octubre de 2025, cuando múltiples reportes indicaron intermitencias significativas en la plataforma.
¿Le suena familiar esta intermitencia? Ese mes, no solo se registraron demoras en la aplicación del dinero, sino que la conectividad en los corresponsales también se vio afectada. El problema no era del punto de atención, sino de la infraestructura de Nequi y Bancolombia. Para transferencias de dinero desde otros bancos hacia Nequi, los tiempos son más predecibles: si se envía antes de las 5:00 p.m., el dinero llega el mismo día hábil; después de esa hora, o durante el fin de semana, se procesa al siguiente día hábil.
Esta vulnerabilidad quedó dolorosamente expuesta en octubre de 2025. Una caída en los servidores de Amazon Web Services (AWS) afectó simultáneamente a Nequi y Bancolombia un lunes. Días después, una falla interna en los servidores de Bancolombia inhabilitó ambas plataformas por más de 12 horas en una jornada clave para obligaciones financieras. Para millones, esto significó que ni siquiera la opción de depositar efectivo en corresponsales estaba disponible, ya que estos quedaron sin conectividad. Bancolombia anunció compensaciones bajo el lema "La confianza se devuelve", pero la lección es clara: la resiliencia tecnológica es tan crucial como la accesibilidad.
Más Allá de la Comisión: Costos Ocultos y Límites Reales en Nequi
Aunque las recargas en efectivo en corresponsales se promocionan sin comisión directa para el usuario, el ecosistema de Nequi acarrea otros costos y limitaciones que impactan el bolsillo y la operatividad. El Gravamen a los Movimientos Financieros (GMF), conocido como el 4x1000, es un impuesto que acecha, aunque con exenciones importantes.
Para cuentas Nequi de bajo monto, existe una exención hasta $3.236.935 pesos mensuales (equivalente a 65 UVT en 2025). Superado este umbral, cada movimiento (transferencia o retiro) incurre en el 4 por mil. Para las cuentas de ahorro Nequi, la exención es mayor, alcanzando los $17.429.650 mensuales (350 UVT). Aquí, la UVT, o Unidad de Valor Tributario, es una medida estándar que el gobierno actualiza anualmente y que se utiliza para cuantificar valores tributarios, asegurando que se ajusten a la inflación sin requerir cambios constantes en la ley.
Adicionalmente, Nequi ha introducido tarifas para sus servicios complementarios. La tarjeta Nequi Visa digital tiene un costo único de $3.900, mientras que la versión física más digital asciende a $25.000. A partir de julio de 2025, si estas tarjetas no registran movimientos por un período prolongado, se aplica una cuota de manejo de $1.000 mensuales. Estas tarifas, aunque no exorbitantes, representan un costo adicional que muchos usuarios, acostumbrados a la gratuidad inicial, deben asumir.
El sistema también impone límites a los movimientos. Para los depósitos de bajo monto en Nequi, el límite mensual es de $10.482.689 pesos (210,50 UVT). Una vez superado este tope, la cuenta no puede recibir más depósitos. Aunque estas cifras parecen altas, afectan particularmente a trabajadores informales y pequeños emprendedores que manejan flujos constantes de ingresos menores, forzándolos a fragmentar sus transacciones o buscar alternativas, como la conversión a una cuenta de ahorros Nequi, que puede implicar un costo adicional, como lo experimentó Camilo Herrera.
Las Voces del Día a Día: Historias Reales de Usuarios de Nequi
La experiencia de los usuarios finales a menudo revela las verdaderas grietas entre lo que la tecnología promete y lo que la infraestructura entrega. Las historias de Andrea, Camilo y Juliana, recogidas en mi cubrimiento del sector, ilustran estas fricciones.
Andrea López, una trabajadora doméstica de 45 años en Bogotá, adoptó Nequi hace dos años por sugerencia de su empleadora. Pasó de ver las billeteras digitales como algo complejo a apreciar la comodidad de no cargar efectivo. "El problema", me cuenta Andrea, "es cuando necesito sacar dinero para comprar en la tienda del barrio. Tengo que caminar cuatro cuadras hasta el corresponsal más cercano, y hay días en que dicen que no tienen efectivo para retirar. Entonces termino usando Daviplata también, porque hay un punto más cercano". Andrea, quien envía dinero a su madre en Valledupar, ha experimentado la inconsistencia al consignar efectivo de otros trabajos. "A veces el corresponsal está lleno de gente y me toca esperar 20 minutos. Otras veces me dicen que el sistema está caído y no pueden recibir nada", explica con resignación.
Camilo Herrera, emprendedor de 32 años que vende repuestos de motos en Medellín, utiliza Nequi para recibir pagos, pero enfrenta dilemas constantes. "Mis clientes muchas veces quieren pagar en efectivo porque desconfían de las transferencias. Yo recargo ese dinero a Nequi para que me quede guardado, pero el corresponsal está a varias cuadras de mi negocio. Lo que más me molesta es que no puedo hacer depósitos de gran cantidad de una sola vez. Si recibo 5 millones en un día, no puedo meterlo todo a Nequi porque pasaría mis límites mensuales. Entonces termino dividiendo en transacciones pequeñas, lo que es tedioso". Camilo, para sortear los límites, abrió una cuenta de ahorros Nequi, lo que le costó $15.000. "Es accesible, pero sigue siendo un costo que los bancos tradicionales no cobraban", puntualiza.
Juliana Rodríguez, estudiante de 24 años en Cali, representa la generación que vive y paga a través de Nequi. Recibe remesas de su padre en Miami y gestiona sus gastos diarios con la app. "Mis amigas y yo pagamos todo por Nequi: el arriendo, los servicios, la comida. Lo que sí hemos experimentado es que a veces se cae la app y no podemos acceder. Hace poco, en octubre, la app estuvo caída toda la mañana y no pude pagar mi parte del arriendo a tiempo. Eso fue estresante". Respecto a los depósitos en efectivo, Juliana los hace ocasionalmente. "Cuando mis papás me dan dinero físico en Cali, lo consigno en un corresponsal Nequi. El proceso es rápido, pero he notado que no siempre tienen liquidez. He llegado a tres puntos diferentes una vez porque no tenían dinero".
El Cuello de Botella Persistente: Infraestructura Física y Desigualdad
La expansión de la red de corresponsales bancarios en Colombia es un dato alentador. En 2023, se registraron 550.000 puntos de corresponsalía bancaria activos, con un crecimiento del 12,1% en 2024, el más pronunciado de los últimos años. Municipios intermedios y rurales vieron un incremento significativo de estos puntos. Sin embargo, estas cifras agregadas ocultan una infraestructura inconsistente y desigual. En zonas rurales dispersas, cada corresponsal debe atender a un número desproporcionadamente alto de personas, generando estrés operativo y, frecuentemente, falta de liquidez.
La brecha urbano-rural en inclusión financiera se ha ampliado: mientras en las ciudades el acceso creció 11,7 puntos porcentuales desde 2017, en zonas rurales el avance fue de apenas 4,0 puntos. Esta desigualdad se ve exacerbada por factores estructurales como la informalidad laboral, que alcanza el 56% de la población económicamente activa, según el Banco de la República. En estos hogares, la necesidad de ahorrar en casa y una desconfianza arraigada hacia los sistemas digitales perpetúan el uso del efectivo. Incluso, análisis del centro de estudios económicos Anif sugieren que el narcotráfico, al requerir grandes volúmenes de dinero físico, contribuye a mantener la economía sumergida anclada en el billete, debilitando los esfuerzos de trazabilidad financiera.
Bre-B: ¿La Solución Definitiva o un Parche Tecnológico?
En octubre de 2025, el Banco de la República implementó el sistema Bre-B (Sistema de Pagos Inmediatos), una iniciativa ambiciosa que busca permitir pagos instantáneos las 24 horas del día a través de un ecosistema unificado que agrupa a 227 entidades financieras. Este sistema, que reemplazó a cinco anteriores, promete mejorar la interoperabilidad y, en teoría, reducir la dependencia del efectivo al facilitar movimientos digitales rápidos.
Aunque Bre-B es un avance tecnológico considerable para el movimiento de dinero digital, no aborda directamente el problema fundamental de cómo los millones de colombianos que operan en efectivo pueden introducir ese dinero al sistema digital de forma eficiente. Quien tiene billetes en la mano sigue necesitando un corresponsal. El sistema acelera la circulación del dinero una vez digitalizado, pero no transforma la realidad de que una parte significativa de la población aún depende del dinero físico para sus transacciones iniciales y finales.
Análisis Final: La Digitalización Incompleta de Colombia
Evaluar las opciones para consignar dinero en efectivo a Nequi en 2025 requiere una mirada honesta. El sistema es, sin duda, más accesible que hace una década, democratizando el acceso a servicios financieros para millones de colombianos que antes estaban excluidos. Nequi ha sido un catalizador de inclusión, permitiendo que 26 millones de personas accedan a una cuenta y realicen transacciones básicas, superando a las cuentas de ahorro y tarjetas de crédito como puerta de entrada al sistema formal.
Sin embargo, la inclusión no es completa si la eficiencia operativa sigue siendo un desafío. Las recargas en corresponsales, aunque sin comisión aparente, sufren de una falta de liquidez consistente, intermitencias del sistema y una cobertura desigual que desfavorece a las zonas rurales. Las historias de Andrea, Camilo y Juliana son un eco de las fricciones cotidianas que muchos enfrentan: largas esperas, corresponsales sin efectivo, caídas de la aplicación y límites que, aunque elevados, pueden constreñir a quienes manejan flujos constantes de dinero informal. Francamente, la infraestructura digital, aunque robusta en números, sigue siendo vulnerable a fallas sistémicas, como las experimentadas en octubre de 2025.
Las proyecciones indican una digitalización continua, con el comercio electrónico esperando un crecimiento anual del 16% para 2027 y las soluciones de pago de cuenta a cuenta (A2A) un 20%. Sin embargo, la persistencia del efectivo, creciendo a un 20% anual, es un recordatorio de que la batalla entre lo digital y lo físico está lejos de concluir. Para que la inclusión financiera sea una realidad tangible y equitativa, no basta con aplicaciones o sistemas de pagos instantáneos. Se requiere una infraestructura física robusta y consistente, mayor educación financiera, una resiliencia tecnológica a prueba de fallos, y la voluntad política para abordar problemas estructurales profundos como la informalidad laboral y la desconfianza en el sistema, factores que trascienden el ámbito puramente financiero.





