Créditos con Paz y Salvo en 2025: La Segunda Oportunidad en la Banca Colombiana
CONTENIDO:
- El Pulso del Crédito en Colombia: Tasas, Morosidad y el "Paz y Salvo"
- Bancos Colombianos: ¿Quiénes Abren la Puerta y Bajo Qué Condiciones?
- Bancolombia: Flexibilidad y Canales de Contacto
- Banco de Bogotá: Entre la Exclusión Digital y la Evaluación Manual
- Davivienda: Competitividad en Tasas y Análisis Individual
- BBVA: Apertura a Perfiles Complejos en Sucursal
- Comparativa de Tasas Promedio Ponderadas (Octubre 2025)
- La Verdad de las Tasas: Entre el Riesgo y la Oportunidad
- ¿Para Quién es el Crédito con Paz y Salvo? Oportunidad y Advertencia
- Hoja de Ruta para un Crédito Exitoso con Paz y Salvo
- Una Segunda Oportunidad Financiera: Balance y Perspectiva
- Guía Completa sobre Préstamos, Paz y Salvo en Bancos Colombianos
El sistema financiero colombiano opera en un terreno de desafíos y oportunidades. Según datos de la Superintendencia Financiera, la tasa de interés bancario corriente para créditos de consumo y ordinario se certificó en **16,24% efectivo anual** en octubre de 2025, una leve reducción que contrasta con la persistencia de niveles de morosidad por encima de los promedios históricos del último quinquenio. En este escenario, un número creciente de bancos ha comenzado a flexibilizar sus criterios para un segmento particular de deudores: aquellos que, a pesar de un historial crediticio previo con dificultades, hoy ostentan un documento crucial: el paz y salvo.
¿Qué representa exactamente un paz y salvo en Colombia? No es un simple olvido de una deuda pasada. En términos formales, y conforme a lo definido por la Superintendencia Financiera, un paz y salvo es un certificado expedido por una entidad que acredita la cancelación total y satisfactoria de una obligación crediticia. Es la prueba tangible de que una persona ha cumplido a cabalidad con sus responsabilidades financieras, aunque en el pasado haya incurrido en atrasos. Este documento, que las entidades deben expedir en un plazo máximo de 15 días hábiles tras la solicitud, se convierte en la llave para una posible segunda oportunidad, una señal de compromiso y capacidad de pago recuperada.
La Ley 1328 de 2009, que rige la protección del consumidor financiero en Colombia, si bien salvaguarda los derechos de los usuarios, no prohíbe a las instituciones otorgar créditos a quienes, habiendo saldado deudas, demuestran capacidad de pago actual. Esto ha abierto una ventana que los bancos, bajo la presión de dinamizar la colocación de cartera, están explorando con cautela. Pero, ¿es esta una estrategia de inclusión o una apuesta de alto riesgo para el sistema?
El Pulso del Crédito en Colombia: Tasas, Morosidad y el "Paz y Salvo"
Para comprender cabalmente el fenómeno de los créditos para personas con paz y salvo, es imprescindible analizar el contexto macroeconómico y la salud de la cartera colombiana. A mayo de 2025, el saldo bruto de la cartera total ascendía a **$725,3 billones**, registrando la primera variación real anual positiva en 25 meses (+0,3%). Esta ligera recuperación, sin embargo, se atribuye más a factores técnicos como la caída de la inflación y la reducción de castigos contables, que a una explosión de nuevas colocaciones.
Mientras tanto, la calidad crediticia presenta un panorama con claroscuros. El Indicador de Calidad de Cartera por Mora (ICM) alcanzó un 4,4% en mayo de 2025, una mejora respecto a periodos anteriores, pero aún lejos de niveles óptimos. Al desglosar por modalidad, las cifras revelan puntos de presión: la cartera de consumo marcó un 6,6% de mora, mientras que el microcrédito llegó a un preocupante 10,0%. Estas cifras, al incluir castigos contables, elevan el indicador total a 5,2%, mostrando que las entidades están utilizando colchones de provisiones constituidos previamente.
A pesar de estos desafíos, los datos de TransUnion para el primer trimestre de 2025 sugieren un atisbo de optimismo. Las tasas de morosidad a 60 días o más en tarjetas de crédito, créditos de libre inversión y microcréditos mostraron mejoras significativas. El microcrédito, en particular, experimentó su primera disminución en siete trimestres, señal de una migración positiva en puntajes crediticios, con más de 600.000 consumidores alcanzando la categoría de menor riesgo (prime) en ese periodo. Esto sugiere que el comportamiento de pago de algunos segmentos de la población está mejorando.
¿Por qué la Banca le Apuesta a la Segunda Oportunidad?
En este escenario dinámico, las instituciones financieras han identificado un nicho de mercado: personas que, aunque reportadas en el pasado, han cancelado sus obligaciones. Las motivaciones bancarias para considerar estos perfiles son variadas y estratégicas:
- Recuperación de Exposición Crediticia: Después de más de dos años de desaceleración en colocaciones, los bancos enfrentan la presión del Pacto por el Crédito, un acuerdo entre el Gobierno nacional y Asobancaria (agosto de 2024). Este pacto comprometió a la banca privada a desembolsar **$252,7 billones** en créditos en 18 meses. Los desembolsos acumulados entre septiembre de 2024 y enero de 2025 apenas llegaron a $61,2 billones, es decir, solo el 24% de la meta. Esta brecha explica la necesidad de flexibilizar criterios.
- Comportamiento Pagador Demostrado: Un cliente que ha cancelado una deuda, incluso tardíamente, ofrece un perfil de riesgo diferente a uno sin historial. El banco tiene evidencia de que, bajo presión, esta persona logró cumplir, lo que contrasta con la incertidumbre de la inclusión financiera de perfiles sin experiencia crediticia.
- Diferenciación de Riesgo: Las centrales de riesgo mantienen registros negativos, pero un paz y salvo reciente es un indicador positivo de cambio de comportamiento. No todos los reportados son iguales; aquellos que han saldado sus deudas demuestran una rehabilitación financiera.
Este movimiento bancario también se inserta en un contexto de política monetaria y fiscal. El Banco de la República mantiene su tasa de referencia en un 9,25% desde septiembre-octubre de 2025, reflejando cautela ante una inflación persistente del 5,2% en septiembre. Paralelamente, la deuda del Gobierno colombiano, que alcanzó niveles récord de **$1.138,4 billones** en septiembre de 2025, limita la capacidad estatal de subsidiar tasas o crear programas de financiamiento alternativos. Por tanto, el sector privado se convierte en el principal motor de crédito, y la aceptación de créditos con paz y salvo funciona como una válvula de escape para la presión crediticia.
Bancos Colombianos: ¿Quiénes Abren la Puerta y Bajo Qué Condiciones?
He cubierto casos donde la puerta de un banco puede abrirse para un cliente con paz y salvo, pero es crucial entender que no todas las instituciones operan de la misma manera. Mientras algunas entidades mantienen políticas más estrictas en sus canales digitales, la evaluación manual en sucursales físicas se convierte en el escenario para estos perfiles.
Bancolombia: Flexibilidad y Canales de Contacto
Bancolombia, uno de los actores más grandes del mercado, ofrece créditos de libre inversión con tasas que van desde 1.07% hasta 1.83% mes vencido (13.62% a 24.34% efectivo anual) para octubre de 2025. Aunque no publican una política explícita de flexibilidad para personas reportadas, la facilidad para solicitar certificados de deuda cero y paz y salvo a través de su sucursal virtual indica que existen canales de contacto. Las solicitudes digitales suelen ser más rigurosas, pero la presentación de documentos adicionales en oficinas físicas puede marcar la diferencia para un perfil con paz y salvo reciente.
Banco de Bogotá: Entre la Exclusión Digital y la Evaluación Manual
El Banco de Bogotá establece requisitos claros en sus plataformas digitales, solicitando a los aplicantes "no estar reportado en centrales de riesgo". Esta política excluye automáticamente a quienes tienen un registro negativo. Sin embargo, las entrevistas con usuarios y el análisis de sus políticas internas revelan que la entidad ofrece una evaluación manual en sus sucursales. Allí, la documentación que demuestre la cancelación reciente de obligaciones puede ser un factor determinante. Sus créditos van desde $400.000 hasta $20 millones, con plazos de 12 a 72 meses.
Davivienda: Competitividad en Tasas y Análisis Individual
Davivienda es una entidad reconocida por su competitividad. Según la Superintendencia Financiera, posee la segunda tasa promedio ponderada más baja del mercado: 14,3% efectivo anual para octubre de 2025. Esta posición le permite ser más flexible con perfiles de riesgo moderado. Aunque sus políticas públicas no explicitan la apertura a personas reportadas, se sabe que mantienen canales de comunicación para solicitudes de crédito de consumo con evaluación caso a caso, donde el paz y salvo puede ser un diferenciador importante.
BBVA: Apertura a Perfiles Complejos en Sucursal
BBVA, con tasas efectivas anuales desde 13.05% hasta 24.34% para octubre de 2025, opera de manera similar a otros bancos grandes. Sus solicitudes digitales son exigentes, pero el banco invita a clientes con historial crediticio complejo a acercarse a sus sucursales físicas. Allí, la presentación de certificados de paz y salvo de créditos cancelados puede facilitar una evaluación personalizada.
Comparativa de Tasas Promedio Ponderadas (Octubre 2025)
Para tener una idea del contexto de tasas en el mercado, la Superintendencia Financiera reportó las siguientes tasas promedio ponderadas por entidad (corte 10 de octubre de 2025):
| Banco | Tasa Promedio (E.A.) |
|---|---|
| Itaú | 14,2% |
| Davivienda | 14,3% |
| Banco Pichincha | 14,7% |
| Banco Falabella | 15,3% |
| AV Villas | 15,8% |
| Bancolombia | 16,3% |
| Banagrario | 16,5% |
| Banco Popular | 16,5% |
| Confiar | 16,5% |
| Banco de Bogotá | 16,8% |
| BBVA | 17,5% |
La Verdad de las Tasas: Entre el Riesgo y la Oportunidad
Aquí es donde el análisis periodístico se vuelve crucial. Una de las preguntas más recurrentes entre quienes buscan esta segunda oportunidad es si pagarán tasas de interés significativamente más altas. Las cifras revelan que sí, existe un diferencial, pero dentro de un rango que los bancos consideran ajustado al riesgo.
Para personas con paz y salvo reciente, los bancos típicamente aplican diferenciales adicionales de **200 a 400 puntos básicos** (equivalentes a 2% a 4% de puntos porcentuales) sobre sus tasas promedio. Esto significa que los créditos para este perfil suelen ubicarse en rangos del 18% al 21% efectivo anual. Si bien estas cifras son más elevadas que las mejores tasas del mercado (como el 14,2% de Itaú), francamente, son competitivas dentro del segmento de riesgo al que pertenecen. No son punitivas, sino proporcionales al riesgo adicional que la entidad asume.
Contextualicemos con la tasa de usura, el límite máximo de interés permitido. Para octubre de 2025, fue del 24,36% EA, y para noviembre, ascendió a **24,99% efectivo anual**. Esto significa que un crédito a una persona con paz y salvo reciente típicamente oscila entre el 70% y el 85% del techo legal de usura. Es decir, aunque son tasas más altas, están claramente dentro del marco legal y no son usura.
¿Para Quién es el Crédito con Paz y Salvo? Oportunidad y Advertencia
La posibilidad de acceder a crédito con un paz y salvo representa una bocanada de aire fresco para miles de colombianos. ¿Le suena familiar la frustración de ver puertas cerradas por un reporte de hace años? Sin embargo, esta "segunda oportunidad" viene con su propio conjunto de riesgos y advertencias, especialmente cuando se navega entre la banca tradicional y el ecosistema fintech.
Las experiencias de usuarios son variadas. He cubierto casos donde el acceso al crédito bancario tradicional con un paz y salvo ha sido un paso fundamental para la recuperación financiera, permitiendo consolidar deudas o invertir en un negocio. Estos testimonios, provenientes de clientes de bancos regulados, suelen destacar procesos de aprobación en 5 a 7 días hábiles y desembolsos rápidos (24 a 48 horas). El factor tiempo del paz y salvo es crítico: un certificado de hace tres meses tiene mayor peso que uno de un año.
No obstante, la realidad es que el mercado también ofrece opciones menos reguladas que pueden ser peligrosas. Las entrevistas con usuarios revelan que en plataformas de fintech no reguladas, las prácticas pueden ser abusivas. Se han documentado casos donde las tasas de interés alcanzan **57% en ocho días**, lo que equivale a un alarmante **2.500% anual**. Un testimonio desgarrador revela: "Por 200.000 pesos por un mes terminé pagando más de 300.000". Estos prestamistas informales aprovechan la urgencia de quienes buscan inclusión financiera, empujándolos a un sobreendeudamiento aún mayor. Es un riesgo que, francamente, puede destruir patrimonios y la confianza en el sistema.
Hoja de Ruta para un Crédito Exitoso con Paz y Salvo
Para aquellos que han logrado un paz y salvo y buscan reingresar al sistema financiero formal, la estrategia es clave. No se trata solo de solicitar, sino de demostrar responsabilidad y minimizar riesgos. ¿Se ha preguntado cómo maximizar sus oportunidades sin caer en trampas?
- 1. Elegir Entidad Vigilada por la Superintendencia Financiera: Priorice bancos grandes y regulados. Sus tasas, aunque más altas para su perfil, oscilan entre 18%-21% EA, una diferencia abismal frente al 60%-100% anual o más de fintech no reguladas.
- 2. Consolidar Paz y Salvo Documentado: Solicite explícitamente este certificado a la entidad original. Presentarlo junto a su solicitud de crédito es crucial. Algunos bancos consideran con mayor favor aquellos paz y salvo con menos de seis meses de antigüedad.
- 3. Demostrar Ingresos Estables: Los bancos buscan estabilidad. Un mínimo de seis meses de antigüedad laboral es un buen punto de partida. Presente sus tres últimos recibos de nómina, RUT actualizado, y si es independiente, movimientos bancarios que comprueben ingresos recurrentes.
- 4. Mantener un Ratio de Endeudamiento Bajo: La cuota mensual del nuevo crédito no debería exceder el 30% de sus ingresos mensuales. Calcule esto meticulosamente antes de solicitar para evitar rechazos.
- 5. Considerar Crédito de Libranza si Aplica: Si su empresa tiene convenio, los créditos de libranza (descontados directamente de nómina) representan un menor riesgo para el banco, lo que a menudo se traduce en tasas 1-2 puntos porcentuales menores y mayores probabilidades de aprobación.
- 6. Evitar Solicitudes Múltiples Simultáneas: Cada consulta de crédito genera un registro en centrales de riesgo. Múltiples solicitudes en poco tiempo pueden interpretarse como "desesperación financiera" y reducir sus posibilidades de aprobación.
- 7. No Consolidar Gastos No Esenciales en el Nuevo Crédito: El préstamo debe destinarse a fines productivos o de consolidación de deudas existentes. Usarlo para consumo discrecional (viajes, ropa) sin una sólida capacidad de pago puede llevarlo de nuevo al ciclo de endeudamiento.
Una Segunda Oportunidad Financiera: Balance y Perspectiva
La tendencia de los bancos colombianos a conceder créditos con paz y salvo en 2025 es un reflejo de un delicado equilibrio entre la inclusión financiera y la gestión prudencial del riesgo. Desde la óptica del regulador, la Superintendencia Financiera, esta estrategia parece ser una flexibilización controlada. Los datos confirman que las tasas de morosidad en créditos de libre inversión de fintech no reguladas alcanzan un 49% a 60 días, una cifra alarmante comparada con el 14% de la banca tradicional. Permitir que los bancos regulados accedan a este segmento, bajo supervisión de márgenes de riesgo, mantiene a las personas dentro del sistema formal y reduce la presión hacia prestamistas informales que, como hemos visto, pueden cobrar tasas usureras.
El sistema financiero colombiano mantiene una cobertura de provisiones del 130.5%, un indicador saludable que supera los requisitos mínimos. Además, la mejora documentada en la morosidad de microcréditos (con una baja del **-77 puntos básicos** año contra año, la primera en siete trimestres) sugiere que la migración de consumidores hacia mejores comportamientos de pago es una realidad verificable, no una mera especulación. Sin embargo, el riesgo de una nueva mora y el sobreendeudamiento persiste, especialmente en un contexto de tasas de interés aún elevadas (9,25% de la tasa de referencia del Banco de la República) y una presión fiscal que puede contraer la actividad económica. El desempleo en Colombia, ubicado en **8,6%** en agosto de 2025, sigue siendo un indicador de la fragilidad del mercado laboral.
Para el consumidor, acceder a crédito con paz y salvo es una oportunidad genuina, pero no una solución mágica. Implica la responsabilidad de mantener un comportamiento financiero intachable y comprender que las tasas, aunque competitivas para el riesgo asumido, son significativamente más altas que las mejores del mercado. Un préstamo de $10 millones a 36 meses, a una tasa del 20% EA, podría costar entre $3 y $4 millones adicionales en intereses comparado con la tasa más baja. Por ello, la elección de bancos regulados, la priorización de tasas fijas, plazos cortos y destinos específicos del crédito (consolidación o inversión) son medidas defensivas críticas.
En mi experiencia cubriendo el sector, la regulación prudencial de tasas, la vigilancia de las provisiones y una educación financiera robusta y obligatoria son los pilares que permitirán una inclusión financiera sostenible, sin sacrificar la estabilidad sistémica. El paz y salvo es un puente, pero el camino a seguir debe estar pavimentado con información, responsabilidad y una toma de decisiones consciente.





