Banco Falabella 2025: Radiografía de su Modelo Híbrido en Colombia
CONTENIDO:
- Origen y Consolidación Regional: De Tienda Departamental a Poder Financiero
- Banco Falabella en Colombia: La Evolución de CMR a Banca Plena
- El Modelo de Negocio Híbrido: Retail, Digital y Fidelización
- Posicionamiento y Solidez Crediticia en un Entorno Volátil
- La Banca de Tiendas en Colombia: Falabella y las Lecciones del Mercado
- Desempeño Financiero 2025: Entre Recuperación y Estrategia Prudente
- Riesgos, Regulación y Perspectivas Futuras
- Radiografía Crítica: Fortalezas, Desafíos y Horizontes de Banco Falabella
- Finanzas Claras: Todo Sobre Banco Falabella y la Banca Retail en Colombia
El sector financiero colombiano, siempre dinámico y competitivo, observa con atención a entidades que, como Banco Falabella, han redefinido su propuesta de valor. A febrero de 2025, la entidad reporta 1.724.381 tarjetas de crédito activas, lo que lo posiciona como el segundo emisor más grande del país. Esta cifra, aunque representa una reducción del 7,1% respecto al año anterior en una estrategia deliberada de calidad crediticia, contrasta con el crecimiento del 6,1% en tarjetas débito activas, superando la contracción del 1,1% que experimentó el sector en general. Los 1.62 millones de clientes activos del banco, con casi la mitad atendidos integralmente por canales digitales, son prueba del avance hacia una banca más fluida y cercana, incluso mientras las tasas de interés se mantienen en 9,25% y la inflación supera el 5% proyectado para octubre de 2025.
Origen y Consolidación Regional: De Tienda Departamental a Poder Financiero
La trayectoria de Banco Falabella se remonta a la transformación de ING Bank (Chile) S.A., que en agosto de 1998 adoptó su nombre actual tras una resolución de la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras de Chile. Esta decisión marcó el punto de partida para lo que se convertiría en una de las expansiones financieras más significativas de un grupo de retail en América Latina. Detrás de esta institución se encuentra S.A.C.I. Falabella, un conglomerado multinacional chileno cuya historia se inició en 1889 como una sastrería en Santiago, evolucionando hasta ser la primera tienda departamental de Chile en 1958 y, hoy, uno de los actores más influyentes en el retail regional.
El grupo Falabella ha demostrado una capacidad singular para diversificar sus operaciones, extendiendo su huella a Chile, Argentina, Brasil, Colombia, México, Perú y Uruguay. Esta visión estratégica no se limitó al comercio minorista; la incursión en servicios financieros bajo la misma marca buscaba cerrar un círculo virtuoso, ofreciendo soluciones de crédito y ahorro a su vasta base de clientes minoristas. He cubierto casos donde esta integración ha permitido a los grupos de retail capturar una mayor porción del valor generado por el consumo de sus clientes, fidelizando y obteniendo datos valiosos sobre sus hábitos financieros.
Banco Falabella en Colombia: La Evolución de CMR a Banca Plena
En el mercado colombiano, el recorrido de Banco Falabella comenzó de forma más discreta. En 2005, la entidad operaba bajo la denominación CMR Falabella S.A. como una Compañía de Financiamiento Comercial. Este esquema, aunque permitía la emisión de tarjetas de crédito, limitaba significativamente el alcance de su portafolio de productos financieros, lo que ponía en desventaja frente a bancos tradicionales. Sin embargo, la visión de convertirse en un banco de pleno derecho se materializó con la autorización de la Superintendencia Financiera de Colombia en mayo de 2011, que permitió su conversión a Banco Falabella S.A. Esta licencia bancaria amplió drásticamente sus capacidades, abriendo la puerta a la oferta de cuentas de ahorro, créditos de libre inversión y servicios transaccionales más complejos.
La expansión ha sido notoria. Para 2018, en apenas siete años como banco, Falabella ya se había consolidado como el cuarto emisor de tarjetas de crédito del país y, de forma destacada, como el primer emisor de tarjetas Mastercard. Actualmente, el banco ha superado las tres ciudades principales donde tradicionalmente se ubicaban las tiendas Falabella, expandiendo su red a más de 65 sucursales a nivel nacional. Este despliegue incluye tanto puntos de atención dentro de comercios aliados como oficinas "stand alone", reflejando una adaptación a nuevas dinámicas urbanas y la necesidad de una cobertura geográfica más amplia, complementada con una fuerte inversión en su transformación digital.
El Modelo de Negocio Híbrido: Retail, Digital y Fidelización
La innovación medular de Banco Falabella en Colombia reside en su integración omnicanal entre el retail y los servicios financieros. Es un modelo que, francamente, busca capitalizar la confianza y el tráfico generados por las tiendas del grupo para impulsar sus productos financieros. La institución se ha centrado en ofrecer productos financieros simples y convenientes, orientados al segmento de personas, con énfasis en dos líneas principales: las tarjetas de crédito CMR y los créditos de libre inversión.
La tarjeta de crédito CMR Mastercard es, sin duda, el epicentro de su propuesta de valor. Más allá de su funcionalidad como medio de pago tradicional, integra un potente programa de fidelización: CMR Puntos. Este esquema permite a los clientes acumular recompensas en todas las compras realizadas dentro del ecosistema Falabella (Falabella Retail, Homecenter, Linio, Makro) y a través de una impresionante red de más de 40 alianzas estratégicas con marcas reconocidas como Cruz Verde, Juan Valdez, Cinemark, Burger King y Bodytech. Los puntos pueden canjearse por productos, experiencias, bonos o viajes, generando un círculo virtuoso de consumo y lealtad que no solo retiene clientes, sino que también estimula la recurrencia.
Las cifras del primer trimestre de 2025 avalan la efectividad de esta estrategia: el banco logró 53.965 aperturas de tarjeta de crédito, un crecimiento extraordinario del 131,9% en comparación con el mismo período de 2024. La facturación en compras con tarjeta de crédito alcanzó los $2,1 billones (+7,7% vs. 2024), y los desembolsos en créditos de libre inversión se dispararon a $582.906 millones (+210,0% vs. 2024). Estos indicadores demuestran un dinamismo comercial notable en un contexto de recuperación económica gradual, donde los consumidores buscan opciones de financiación accesibles y beneficios de lealtad.
La estrategia digital es piedra angular de este modelo. El banco opera bajo una arquitectura de "banco digital con presencia física", donde el 49% de sus 1.62 millones de clientes ya interactúa de manera completamente digitalizada. Esto significa que los usuarios pueden abrir cuentas corrientes, solicitar créditos, gestionar transacciones y recibir asesoramiento a través de su aplicación móvil, la plataforma web y los canales de chat, manteniendo al mismo tiempo una red física para aquellos clientes que prefieren la interacción presencial. Esta omnicanalidad responde a una demanda creciente de conveniencia y autonomía en la gestión financiera.
Posicionamiento y Solidez Crediticia en un Entorno Volátil
Al cierre de febrero de 2025, Banco Falabella reafirma su posición como el segundo banco con mayor número de tarjetas de crédito activas en el sector colombiano. Sin embargo, la reducción del 7,1% en tarjetas de crédito activas en comparación con el año anterior no es un signo de debilidad, sino que, según análisis internos, responde a una estrategia deliberada de la entidad para priorizar la calidad crediticia y la fidelización sobre la expansión masiva del volumen. Esto se complementa con un crecimiento del 6,1% en tarjetas débito activas, superando significativamente la reducción del 1,1% que experimentó el sector en su conjunto. Este dato sugiere un enfoque en productos de menor riesgo y una diversificación en la base de clientes.
Los indicadores de mora del banco reflejan la efectividad de sus políticas de originación. A febrero de 2025, los indicadores de mora 30+ de tarjeta de crédito (6,3%) y crédito de libre inversión (6,9%) se ubicaron por debajo del promedio del sector en 70 y 310 puntos base, respectivamente. Esto significa que, a pesar de las presiones macroeconómicas, Banco Falabella ha logrado mantener una cartera más sana que la media. Las cifras revelan un énfasis consciente en apuntalar hacia perfiles de mejor calidad crediticia, una decisión prudente en un año donde la inflación se mantiene persistente en 5,1% a marzo de 2025, superando la meta del Banco de la República del 3%, y la tasa de política monetaria se ha mantenido en 9,25% a octubre de 2025.
El contexto macroeconómico para 2025 ha sido desafiante. Aunque la cartera de crédito total del sistema financiero mostró signos de recuperación, con un crecimiento real anual del 0,7% a julio, el segmento de consumo aún experimenta una contracción del 2,5% real anual debido a los altos niveles de tasas de interés. Para Banco Falabella, la cartera bruta total alcanzó $4,8 billones a marzo de 2025, una reducción del 8,8% frente a marzo de 2024. Sin embargo, lo destacable es la significativa reducción del gasto de riesgo a 9,8%, una disminución de 313 puntos base comparada con el 12,9% de marzo de 2024. Esto subraya el compromiso del banco con la calidad de su cartera por encima del volumen, una estrategia que, en mi opinión, es sensata ante la incertidumbre económica.
La Banca de Tiendas en Colombia: Falabella y las Lecciones del Mercado
El modelo de banco asociado a tiendas departamentales ha probado ser un camino con altibajos en Colombia y la región. Banco Falabella es un referente exitoso, pero el mercado ha visto otros intentos con resultados diversos. Por ejemplo, Banco Ripley, controlado por el grupo Calderón y vinculado a la tienda departamental Ripley, fue autorizado en Chile en 2002. Similar a Falabella, Ripley se especializó en servicios financieros para la clase media, con préstamos y tarjetas de crédito, expandiéndose posteriormente a Perú. Estos casos de éxito validan la sinergia entre el retail y la banca, aprovechando la marca y la base de clientes.
Sin embargo, no todos los experimentos han culminado con el mismo éxito. Banco París, propiedad de Cencosud, fue otro actor que buscó replicar este modelo en Chile a partir de 2004, tras una alianza con Santander Chile. Pero esta iniciativa enfrentó dificultades financieras significativas, acumulando pérdidas millonarias y culminando en la venta de su negocio de tarjetas de crédito a Itaú en 2013 y el cese de sus operaciones en 2016. Este precedente es un recordatorio de que la simple asociación con una marca de retail no garantiza el éxito; factores como la gestión del riesgo, la propuesta de valor y la capacidad de adaptación son cruciales. ¿Se ha preguntado si los consumidores colombianos realmente perciben una diferencia sustancial entre la oferta de un banco "tradicional" y uno vinculado a una tienda?
Desempeño Financiero 2025: Entre Recuperación y Estrategia Prudente
Los resultados financieros de Banco Falabella en 2025 reflejan una recuperación sostenida y una gestión orientada a la eficiencia. Durante el primer trimestre de 2025, el banco reportó una utilidad de $18.290 millones, lo que representa una mejora sustancial de $33.696 millones en comparación con el mismo período de 2024. Esta impresionante recuperación fue impulsada principalmente por una reducción del 39,9% en el gasto de riesgo de crédito, así como por esfuerzos sistemáticos de fidelización y reactivación de clientes, lo que demuestra la efectividad de su cambio de estrategia hacia la calidad.
Los ingresos por intereses alcanzaron $238.118 millones en el primer trimestre, aunque representaron un decrecimiento del 24,7% frente al Q1 2024. Este descenso se explica, en gran parte, por la caída de 8,4 puntos porcentuales en la tasa de usura y una reducción en la cartera del 8,8%. Sin embargo, el costo por intereses se redujo aún más drásticamente (un 38,5%), gracias a un menor fondeo (-10,4%) y tasas de captación disminuidas. El margen financiero resultante fue de $120.895 millones, con un decrecimiento de solo el 3,7% frente al Q1 2024. Esto revela una gestión astuta de los pasivos y una capacidad para mitigar el impacto de la reducción en los ingresos por intereses.
Adicionalmente, los ingresos por comisiones netas experimentaron un incremento del 33,1% frente al Q1 2024, reflejando una mayor venta y una mejora en los niveles de cruce y profundización con los clientes. Por otro lado, los gastos operacionales crecieron un 8,4%, una inversión necesaria para el posicionamiento de marca, el programa de lealtad y el fortalecimiento de las capacidades digitales del banco. Estos gastos son vitales para mantener la competitividad y la relevancia en un mercado que exige constante innovación.
Riesgos, Regulación y Perspectivas Futuras
Como toda institución financiera, Banco Falabella enfrenta una gama de riesgos inherentes: crédito, mercado, operacional y liquidez. Todos están bajo la estricta supervisión de la Superintendencia Financiera de Colombia. El riesgo de crédito es particularmente relevante, ya que la cartera representa el 82% de los activos de la entidad. Para mitigar este riesgo, el banco ha implementado robustos modelos de scoring basados en el historial crediticio, el perfil sociodemográfico, el nivel de endeudamiento en el sector financiero y el comportamiento dentro del ecosistema Falabella. Estos modelos permiten una evaluación más precisa de la capacidad de pago del cliente, un factor crítico en el dinámico mercado colombiano.
En cuanto al riesgo operacional, el banco ha fortalecido sus mecanismos de control, alineándose con el Capítulo XXXI de la Circular Básica Contable y Financiera de la Superintendencia. El indicador consolidado de pérdidas por riesgo operacional y fraude externo se ubicó en un 0,49% del Margen Operacional Bruto al cierre del tercer trimestre de 2024, cómodamente por debajo del apetito de riesgo definido del 0,80%. Esto sugiere una gestión efectiva en la prevención de fraudes y la optimización de procesos internos.
El contexto regulatorio colombiano, en 2025, ha mantenido una postura prudencial. El Banco de la República, a través de su Junta Directiva, mantuvo inalterada la tasa de política monetaria en 9,25% a partir de octubre de 2025, ponderando factores como la persistencia inflacionaria, el dinamismo del consumo interno y la incertidumbre global. La Superintendencia Financiera de Colombia, por su parte, ejerce inspección, vigilancia y control sobre Banco Falabella, aplicando normas técnicas detalladas en la Ley 1328 de 2009 sobre protección al consumidor financiero. El Informe Especial de Concentración y Competencia en los Mercados de Crédito y Depósitos 2025 del Banco de la República concluyó que el sistema financiero colombiano presenta una estructura "moderadamente concentrada y estable", sin señales que comprometan la estabilidad, con una participación de las cinco principales entidades que se mantuvo en el 72% de la cartera total, y un Índice Herfindahl-Hirschman (IHH) de 1.332,8, dentro del rango de concentración moderada.
A nivel del Grupo Falabella, los resultados de 2024 fueron sólidos: ingresos por US$12.197 millones y utilidades por US$483 millones, multiplicando por ocho las del año anterior. El EBITDA creció un 95,9% frente a 2023, reflejando una recuperación financiera robusta. Para 2025, el grupo mantiene expectativas favorables en Colombia, enfocándose en acelerar el crecimiento, mejorar la experiencia del cliente y enfrentar con resiliencia los desafíos macroeconómicos. Un cambio accionario relevante se materializó en junio de 2025, con la salida de la Organización Corona de sus participaciones minoritarias en Falabella Retail, Banco Falabella y Seguros Falabella, sin que Falabella anticipara un impacto financiero significativo en sus resultados consolidados.
Las proyecciones del grupo para 2026 incluyen una inversión cercana a US$800 millones, distribuidos principalmente en Perú, Colombia y Chile, consolidando su presencia regional. En Colombia, el énfasis estará en reforzar el modelo omnicanal y en la expansión de Banco Falabella, destacando su "capacidad tecnológica" como un diferenciador clave. Esto demuestra un compromiso a largo plazo con el mercado colombiano, reconociendo el potencial de crecimiento a pesar de las complejidades económicas.
Radiografía Crítica: Fortalezas, Desafíos y Horizontes de Banco Falabella
Banco Falabella ha demostrado una notable capacidad de adaptación en entornos desafiantes, logrando una transición de pérdidas a ganancias en el primer trimestre de 2025. Su posicionamiento como segundo emisor de tarjetas de crédito en el país, sumado a una extensa red de más de 65 sucursales y una base de clientes con casi la mitad de sus interacciones digitalizadas, consolida un modelo competitivo. La integración omnicanal con el vasto ecosistema minorista de Falabella y sus más de 40 alianzas estratégicas crea barreras de entrada para la competencia, generando ciclos virtuosos de consumo y fidelización. El programa CMR Puntos, un pionero en su tipo, ha probado ser una herramienta altamente efectiva para la retención de clientes y el estímulo del gasto.
Sin embargo, la entidad no está exenta de desafíos. La reducción del 7,1% en tarjetas de crédito activas entre febrero de 2024 y 2025, aunque estratégica, evidencia presiones en la adquisición de nuevos volúmenes en un mercado altamente competido. La contracción del 8,8% en la cartera bruta en el primer trimestre de 2025 respecto al año anterior, aunque acompañada de una mejor calidad, limita las oportunidades de crecimiento en ingresos por intereses, especialmente en un contexto de márgenes comprimidos por la caída de la tasa de usura. Las tasas de interés en descenso, con la usura bajando 8,4 puntos porcentuales, golpean la rentabilidad del segmento de banca de consumo, obligando a una gestión más eficiente de costos. Además, el banco enfrenta la competencia de otros bancos convencionales (como Bancolombia, Davivienda, BBVA, Santander) que han modernizado sus capacidades digitales, así como de las plataformas fintech que capturan segmentos de banca digital con propuestas ágiles y a menudo de nicho.
Las oportunidades para Banco Falabella son claras. La recuperación gradual de la actividad económica colombiana y la moderación esperada de la inflación hacia 2026 podrían mejorar la capacidad de pago de los consumidores. Su estrategia de banca digital con presencia física está alineada con tendencias globales de omnicanalidad, cuyo impacto en el crecimiento de ingresos ha sido documentado en hasta 9,5% anual. La inversión continua del Grupo Falabella en transformación digital, como la inauguración de centros de distribución de 93.000 m², demuestra una capacidad de inversión que puede potenciar la experiencia del cliente financiero. La expansión de su cobertura más allá de las ubicaciones tradicionales de las tiendas departamentales abre nuevas geografías y segmentos de mercado.
Pero también existen amenazas tangibles. La persistencia de la inflación y las tasas de interés elevadas podrían deteriorar los indicadores de cartera si la recuperación económica se estanca. La competencia de bancos digitales nativos y fintechs continúa intensificándose, exigiendo una innovación constante. El riesgo regulatorio también está presente: históricamente, el banco ha sido multado por la Superintendencia Financiera en varias ocasiones por temas de protección al consumidor, lo que subraya la necesidad de una vigilancia constante en sus prácticas. Una posible desaceleración en el consumo colombiano afectaría particularmente a Banco Falabella, dada su dependencia del segmento de personas y el crédito de consumo.
¿Sigue siendo relevante el modelo de "banca de tiendas"?
La experiencia de Banco Falabella en Colombia, junto con la de sus pares y competidores, nos lleva a una reflexión: el modelo de "banca de tiendas" no es una fórmula infalible, pero sí viable y potente cuando se ejecuta con visión. La clave reside en la capacidad de generar sinergias genuinas entre el retail y los servicios financieros, no solo para atraer clientes, sino para retenerlos a través de una propuesta de valor integral y una experiencia de usuario fluida y conveniente. La digitalización no es una opción, sino una exigencia para competir en el siglo XXI, y Falabella parece haberlo comprendido al integrar su estrategia física con una robusta plataforma digital.
Este modelo, además, se beneficia de un conocimiento profundo del consumidor de retail, permitiendo una oferta más segmentada y personalizada. Sin embargo, también requiere una gestión de riesgos sofisticada y una adaptabilidad constante a los cambios macroeconómicos y regulatorios. La lección de Banco París es clara: el respaldo de un gran grupo de retail no es suficiente sin una estrategia financiera sólida y una ejecución impecable.
Banco Falabella ha consolidado su posición en el mercado financiero colombiano no como un banco convencional, sino como una plataforma financiera integrada al ecosistema de retail del Grupo Falabella. Con 1.62 millones de clientes y resultados que han pasado de pérdidas a ganancias en 2025, el banco demuestra que el modelo de "banca de tiendas departamentales" mantiene viabilidad, siempre que se combine con una transformación digital robusta y un enfoque deliberado en la calidad crediticia por encima del volumen.
Para octubre de 2025, mientras el país enfrenta una inflación proyectada del 5,21%, tasas de interés en 9,25% y un crecimiento económico moderado, Banco Falabella se posiciona en una intersección interesante: proveedor financiero de segmentos de clase media-baja con capacidades digitales sofisticadas, pero también vulnerable a las presiones de márgenes y una competencia multiplicada. Su dependencia de tarjetas de crédito y crédito de consumo lo expone directamente a los ciclos de endeudamiento y empleo del país. La estrategia del banco para los próximos años parece enfocada en la profundización sobre la expansión: mejorar la rentabilidad y la calidad de la cartera en la base existente más que en la adquisición agresiva de nuevos volúmenes. Esto es prudente en contextos de incertidumbre, pero también conservador. El éxito del banco dependerá de si logra mantener su posición de segundo emisor de tarjetas mientras moderniza simultáneamente su propuesta digital para competir con nuevos actores financieros que desafían el modelo tradicional de banca.





